Tres imágenes donde se puede comprobar que en el mercadillo se puede encontrar de todo.

Los martes y los sábados por la mañana, durante todo el año, el Jardí de ses Eres en Sant Francesc Xavier se convierte en un mercadillo de segunda mano, con una considerable afluencia de público.

Una idea que nació hace más de 30 años por la iniciativa de residentes alemanes en la isla que importaron esta tradición muy arraigada en todos los países del norte de Europa, donde sobre todo en primavera la gente saca a las puertas de sus casas todo aquello que no necesita y que se encuentra en buenas condiciones para ser vendido por módicos precios, constituyendo a su vez, una manera interesante de ‘reciclar’, ropa, pequeños enseres para el hogar, juguetes, libros o material deportivo, entre otros artículos.

«A finales de los años ochenta empezamos los domingos en el bar La Carambola en Es Pujols, luego nos instalamos en otros bares como La Barca o Sa Garrafa, pasamos por el Can Toni en La Mola, ses Roques en Sant Ferrán e incluso en una finca en Cala Saona, hasta que hace siete años conseguimos continuar con el proyecto, apoyados por el Consell, en el Jardí de ses Eres de Sant Francesc Xavier», comenta Pete Meyer, uno de los pioneros de este mercadillo.

Esta apuesta comercial tiene unas reglas a cumplir por parte de los vendedores, «el material debe ser todo de segunda mano, nada nuevo ni tampoco comida o bebida y además, obviamente, no se puede comercializar ‘piratería’, como CDs o DVs grabados», apuntó Pete, quien lamentó que hace dos años «estuvimos un año entero sin poder montar porque se presentó una chica en pleno verano con ropa de marca, etiquetada y nueva y su insensatez frente a nuestra postura de que eso no se podía vender, nos costó una sanción de cierre por parte del Consell, que finalmente pudimos solucionar y volver a abrir este espacio».

El producto que más se comercializa en este mercadillo es la ropa de adulto y de niño, seguido de viejas piezas de vajilla, bisutería y libros en varios idiomas y de diferentes estilos, sobre todo ‘best sellers’ ideales para leer en una tarde de playa.