Un instante del pleno celebrado ayer en el Consell de Formentera. g Foto: M. T.

El pleno extraordinario celebrado ayer en el Consell Insular de Formentera, destinado a la aprobación de las cuentas 2015 fue presidida por el vicepresidente primero, Santiago Juan, en ausencia del presidente Jaume Ferrer quien se encuentra de baja médica.

El primero en intervenir fue el conseller de Economía y Hacienda, Bartomeu Escandell, quien destacó que «son unos presupuestos continuístas, con una cifra a la baja en un 0,16 por ciento con respecto a la de 2014, situándose en 21.962.000 de euros» y defendió que «el objetivo es tener una isla tranquila, limpia y segura».

En su alocución, Escandell reiteró que «el presupuesto de 2015, que por primera vez aprobaremos en octubre para que esté vigente a partir del 1 de enero, prevé un endeudamiento cero para que quienes asuman el gobierno a partir de mayo se encuentren con unas cuentas saneadas en su totalidad».

«Queremos una institución más autónoma, con una plantilla consolidada y dando importancia en cuanto al capítulo de inversiones a la mejora de los núcleos urbanos y al campo de la isla, que no sólo es un sector productivo sino que también contribuye al atractivo turístico de Formentera», apuntó el conseller.

Con respecto al capítulo de inversiones reales, que asciende a 3.750.000 euros, Bartomeu Escandell aclaró que «550.000 euros provienen del Govern Balear y más de 2 millones serán de recursos propios del Consell Insular».

La oposición

Para el portavoz del PP en el pleno, José Manuel Alcaraz, quien al inicio de su tiempo de réplica anunció que votarían en contra, « como siempre siguen apretando fiscalmente a los ciudadanos, ya que este año triplican la carga tributaria urbana y en materia de tasas, éstas se han duplicado».

Alcaraz volvió a recordar la «herencia» en materia de financiación recibida hace ocho años por el equipo de gobierno, tanto por parte del Govern como del Estado y que «siguen dejando proyectos en los cajones y muchos de los programados para 2015 llevan años figurando en los presupuestos, como el arreglo de una serie de calles ubicadas en los núcleos urbanos».

En la misma línea, la portavoz del GUIF, Cristina Costa, calificó las cuentas de electoralistas y reclamó al conseller de Economía que, «en lugar de un endeudamiento cero con los bancos, hubiera sido mejor mantener una parte de esa deuda para así evitar las subidas de impuestos y amortizarlas poco a poco, ya que estas medidas obligan a los formenterencs a disponer de importantes cantidades de dinero que no todas las familias pueden afrontar, ya que muchos no viven de alquilar sus viviendas a turistas».

Cristina Costa apuntó además que «en vez de realizar grandes inversiones, el Consell se debería preocupar de pequeñas acciones como el arreglo de las aceras, que en muchas zonas de los núcleos urbanos se encuentran en un estado lamentable, ya que las casas se comienzan desde los cimientos y no desde el tejado».