Los restos de la muralla de la zona de sa Cala, en la Mola, están catalogados como Bien de Interés Cultural.

Comenzamos un recorrido sobre los nuevos Bienes de Interés Cultural (BIC) aprobados en el pleno ordinario del Consell Insular celebrado el pasado 31 de octubre y en este caso nos referiremos a sa Murada de sa Cala, registrado en el Catálogo de Patrimonio Cultural de Formentera he incluido en la Carta Arqueológica de Formentera del año 1989.
Según explicó a PERIODICO de IBIZA Y FORMENTERA la consellera de Cultura y Patrimonio, Sonia Cardona, «se trata de restos correspondientes a la época prehistórica, en concreto un tramo de muralla de una longitud de 38,60 metros y un ancho que varía entre los 2,45 y los 2,80 metros, ubicados en la zona de sa Cala en La Mola».
Del informe técnico elaborado por los expertos contactados por la Consellería de Patrimonio del Consell se deduce que el segmento de muralla se interpreta como los restos de una fortificación, mientras que el final de la ocupación prehistórica «no se puede precisar de momento, principalmente por la destrucción y aprovechamiento de las piedras durante la época andalusí».
Asimismo, entre ambos períodos se han localizado fragmentos de cerámica antigua datados entre el siglo V antes de Cristo y el siglo V de nuestra era.
A pesar del estado de deterioro de esta muralla, en gran parte por efectos erosivos naturales, los expertos localizaron restos que proporcionan algunas pautas generales sobre los recursos económicos de la zona, ya que se ha detectado una importante presencia de fragmentos oseos de ganado ovino y caprino, lo que indica, según el informe; «que la ganadería debía tener un papel importante, asi como la pesca, por los restos de valvas de moluscos».
En el área se han hallado además fragmentos de un molino por lo que se supone el desarrollo de una actividad agrícola.
Informe
El informe señala también que, «partiendo del hecho que en la zona hay divisiones de tierras documentadas desde 1712, cabe pensar que durante cerca de trescientos años ha habido un aprovechamiento continuado de rocas no solo de este yacimiento sino además de áreas próximas para erigir las paredes de piedra seca que delimitaban las propiedades o para la construcción de las casas más cercanas a este sitio».
Sobre este enclave tan relevante desde el punto de vista arqueológico, Sonia Cardona apuntó que, «desde el Consell de Formentera se realizan puntualmente tareas de limpieza de esta área de dificil acceso, siempre recordando que todos estos enclaves se encuentran en terrenos particulares».