La presidenta del Govern reunió en Formentera a los cuatro presidentes de los consells además del vicepresidente y conseller de Turisme, Biel Barceló, y la consellera de Presidència, Pilar Costa.

Mallorca, Menorca y Formentera dispondrán de competencia en materia de promoción turística propia, una competencia que les transferirá el Govern el próximo año y que deberá ir acompañada de una dotación económica que permita a las tres islas poder desarrollarla completamente. Así lo anunció ayer la presidenta balear, Francina Armengol, en la tercera conferencia de presidentes celebrada en el Consell de Formentera. Para garantizar que así sea, el Govern y las tres máximas instituciones insulares mantendrán diversas reuniones a fin de encontrar una fórmula económica que permita la transferencia. A dichos encuentros se sumará también Eivissa, que aunque ya cuenta con promoción turística propia, espera poder mejorar algunos aspectos de la misma. En este aspecto, se espera que la recaudación del impuesto sobre actividades turísticas pueda ayudar a unos y a otros a cuadrar cuentas.

Modelo turístico

Govern y consells estuvieron de acuerdo que aún y los buenos datos turísticos reflejados esta temporada y la anterior, la promoción turística es un tema clave, y si bien el verano y el turismo de sol y playa no precisan ya de mucha publicidad para ser captados, sí que es necesario el desarrollo de un nuevo modelo que contemple facetas menos conocidas o aún por descubrir que permitan alargar la temporada turística. Una deseada desestacionalización que se conseguiría poniendo en valor las cualidades paisajísticas, la gastronomía o diversos aspectos culturales de cara a ampliar el abanico de turismo que pueda sentirse atraído a visitar nuestras islas.

La cuestión monetaria fue también tema de tratamiento en el cónclave. A este respecto, Armengol avanzó que el Govern confeccionará un presupuesto para el 2017 con un planteamiento de déficit del 0,5 % aunque el Gobierno central no haya facilitado aún el límite de gasto ni de déficit. Se denunció también desde Presidencia la escasa predisposición de Madrid a dar un trato fiscal justo a los ciudadanos de Baleares, que históricamente han padecido un trato desfavorable respecto a otras comunidades y regiones.

Finalmente, Armengol insistió que su Ejecutivo se marca como prioridades la mejora de la financiación de los consells insulars y la dotación de más recursos en educación, salud y servicios sociales, tres pilares fundamentales para seguir trabajando en el bienestar de los residentes de las cuatro islas.