Varios vecinos de Sant Francesc han denunciado públicamente la existencia de una fuga de aguas residuales a través de una tubería en uno de los caminos rurales que lleva a s’Estany Pudent. Según explicaron ayer, este problema se viene repitiendo año tras año, desde hace al menos cuatro, y exigen soluciones eficaces a las instituciones pertinentes para acabar con lo que consideran un «foco de infección».

En el lugar, tras el final de una tubería, una cantidad considerable de agua se desliza diariamente por el camino de tierra en forma de riachuelo a lo largo de unos 200 metros. Un agua turbia que desprende malos olores y que, además, actúa como nido de multitud de mosquitos.

«Por el olor que hace y el color que tiene son aguas fecales, sin ninguna duda», asegura un vecino de la localidad que atendió a Periódico de Ibiza y Formentera y que prefirió mantener su anonimato. De la tubería han aparecido incluso restos de comida: «He llegado a ver restos de fideos, lechuga… como si el punto de partida fuera una cocina».

Sin embargo, y pese a este tipo de detalles, el origen de estas aguas parece ser desconocido. «No sé si llega del centro de día o de dónde, pero sea como sea no cuesta nada conectar estas aguas a una arqueta de saneamiento. A diez metros hay una», reclamó con cierta indignación uno de los denunciantes.

Según sus palabras, tal y como pasa el día el caudal disminuye, pero por las noches vuelve a dispararse y cada mañana la situación es la misma. Del mismo modo, explicó que si bien no ocurre de forma continuada a lo largo del año, el problema se acrecienta notablemente entre los meses de agosto y diciembre.

Convenio

Una de las principales molestias que presenta esta situación, según indicaron, es la imagen que se puede estar dando de Formentera a los turistas que visitan la isla en plena temporada: «Se paran a hacer fotos, lo he visto muchas veces». «No es de recibo que la gente se venga aquí, a una isla cara y se encuentren cosas como esta», destacaron.

Lamentaron, además, que casos sin solucionar como este puedan llegar a ensuciar la imagen de la isla.

Al parecer, en más de una ocasión se han personado hasta el lugar agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local, atendiendo las quejas de varios propietarios. No obstante, la situación sigue siendo la misma a día de hoy. «Han venido y lo han visto, pero al final nadie hace nada», critica el vecino.

Esta información ha sido comunicada al Consell, quien admite conocer los hechos de años anteriores. Tras evaluar la situación, aseguraron, comunicarán su visión al respecto y aclararán si la solución es responsabilidad suya o si, en cambio, depende de otro organismo.