Ésta fue la última acción que realizó el CDR de Formentera el pasado 2 de diciembre en la playa de Migjorn.

A raíz de las protestas y los movimientos de apoyo a la celebración de un referéndum sobre la independencia el 1 de octubre de 2017 en Cataluña, suspendido finalmente por el Tribunal Constitucional, los Comités de Defensa de la República (CDR) se erigieron hace ya más de un año como organizaciones muy activas.

Este 2018, lejos de calmar los ánimos, hemos observado cómo en Cataluña los CDR están realizando actos de protesta que, cuanto menos, causan cierto estupor entre la sociedad. Pues, estando tanto a favor como en contra de su ideología y sus objetivos, lo cierto es que sus actuaciones –cortes de carreteras, bloqueo de peajes o manifestaciones públicas- se ven ensombrecidas ante la opinión pública dado el carácter violento que han llegado a adquirir.

En las Balears, como ocurre en la Comunidad Valenciana, con una lengua en común y una cultura cercana a la de Cataluña, el movimiento proindependentista ha adquirido cierta visibilidad los últimos meses, a través de varias acciones grupales en sitios públicos.
En este sentido, Formentera cuenta con el CDR más activo de todo el archipiélago, que a lo largo del año ha adquirido visibilidad por diferentes reivindicaciones, la mayoría de ellas con polémica.

Nada más empezar el año, los olivos de la plaza de la Constitució de Sant Francesc amanecieron un sábado repletos de lazos de plástico amarillos y con carteles de apoyo a los políticos catalanes presos. Hasta pasados unos días no se retiraron.

En marzo, decenas de personas se manifestaron también en Sant Francesc, pidiendo la liberación de los presos. Esta vez, no hubo lazos, salvo en el cartel que pedía ‘Llibertat presos polítics’. Sin embargo, pocos días después aparecieron las primeras pintadas del año en es Caló, que pedían en inglés la libertad de los presos y el fin de ‘medidas fascistas’.
Posteriormente, en mayo, en las paredes del depósito de agua des Pujols pintaron el lema ‘Visca la terra lliure’.

Con motivo del primer aniversario de la celebración del referéndum ilegal sobre la independencia en Cataluña, las paredes del Consell y varias entidades bancarias de Sant Francesc amanecieron con pintadas rojas clamando, de nuevo ‘Llibertat presos polítics’ o frases como ‘1-O, ni oblit ni perdó’. Fueron hechas de noche y a primera hora de la mañana operarios del Consell se apresuraron en hacerlas desaparecer.

La última de las reivindicaciones y, tal vez, la más visible de todas tuvo lugar el pasado domingo 2 de diciembre cuando una treintena de miembros del CDR de Formentera escribió con hojas de Posidonia ‘Llibertat preses polítiques’ en la playa de Migjorn. En esta acción, pese a que la organización declaró haber devuelto las hojas donde estaban, se podrían haber cometido faltas graves de carácter medioambiental.

Al movimiento independentista siempre se le ha relacionado con el gobierno insular de Gent per Formentera. El principal partido de la oposición, el Partido Popular, ha denunciado públicamente en numerosas ocasiones su rechazo a la «ambigüedad» con la que «juegan» desde el equipo de gobierno ya que, según declaró su portavoz, José Manuel Alcaraz, «parte de sus votantes y varios miembros del equipo son independentistas».

En febrero, por ejemplo, la presencia de un lazo amarillo en un pleno sembró la polémica, ya que tal y como comunicaron los populares, tras sus críticas, la vicepresidenta del Consell, Susana Labrador, equiparó la ofensa que podía suponer el lazo amarillo sobre algunos vecinos con la que también podría producir la bandera de España.