Puerto de La Savina.

En la isla de Formentera había el pasado 25 de junio 35.324 personas, más que nunca para el mes previo a la temporada alta. Una cifra que supone triplicar la población censada en la isla, que en el año 2021 se situó en las 11.708 persona.

La recuperación de la actividad turística y la sensación de saturación existente, tras dos años de pandemia con un frenazo importante del turismo, parece evidente en Formentera según los datos del índice de presión humana que ofrece el Instituto Balear de Estadística (Ibestat). Tanto es así que el máximo de junio se acerca más a las cifras de julio de 2017 o 2018 que a las habituales de ese mes

El máximo de gente en la isla pitiusa ese mes supone superar en un 4,4% la cantidad máxima que se marcó en 2019, 33.783 personas. De hecho ese año ni siquiera se alcanzó esa cifra en julio o agosto. Hasta ahora el récord de gente en Formentera en junio era de 34.248 personas en 2017, una cifra que se superó este año cuatro días.

Con esta tendencia es razonable pensar que Formentera podría marcar este año su récord histórico de presión humana, que se sitúa en las 40.994 personas el 11 de agosto de 2017.

Por contra, Ibiza tuvo una presión humana en el mes de junio inferior a todos los datos anteriores a la pandemia, al menos desde que Ibestat ofrece datos desagregados en las Pitiusas: 2016.

El día de San Juan, 24 de junio, pasearon por la isla 279.990 personas, casi el doble que la población censada. Son un 3% menos que en 2019 (288.650), mientras el máximo histórico se marcó en 2018 con 289.303 personas.

Respecto al mínimo, se situó en las 257.967 personas en Ibiza y 27.391 en Formentera, que en ambos casos coincidió con el día 1 de junio.

Los datos ofrecen una doble perspectiva, por un lado la de Formentera cuyos datos de presión humana se corresponden efectivamente con una sensación de masificación. Tras la pandemia, Formentera sigue la senda alcista previa a la pandemia y faltará ver las cifras de los meses de julio y agosto.

Menos trabajadores

Por otra parte, los datos de Ibiza son indicio de que una parte de la gente que venía otros años a la Isla no vino en el mes de junio. Dado que, dentro de la oferta de turismo reglado los datos son prácticamente idénticos a los de 2019, puede deducirse que ha habido menos trabajadores de temporada, menos turismo alojado en la oferta ilegal o un poco de ambas cosas.

La acumulación entre el incremento poblacional y las cifras estivales de turistas llevan a las islas a un punto de presión humana que provoca cada año problemas en todos los servicios de la isla. En 20 años la presión humana en las Pitiusas en junio ha pasado de 220.000 a 315.000 personas, un incremento del 50 %.

Unos servicios dimensionados y principalmente financiados por la población insular, deben cubrir las necesidades del doble de gente en Ibiza y el triple en Formentera. Gente que tira de la cadena varias veces y se ducha cada día, utilizando el suministro de agua limitado de las Pitiusas y unas infraestructuras de depuración de agua deficientes. El mismo impacto sufre el suministro eléctrico, el tráfico en las carreteras, el uso del transporte público, de los servicios sanitarios, de los servicios de limpieza y recogida de basuras o el desgaste medioambiental en las playas y los distintos parajes naturales de la isla.