Los residentes en Formentera no dan crédito al vodevil político de las últimas semanas. | Irene Arango

Los vecinos de Formentera siguen nadando entre la frustración y la incertidumbre, una inseguridad iniciada a finales de noviembre cuando el presidente independiente del Consell de Formentera amenazó con retirar su «apoyo incondicional» al Govern balear. Esta noticia, aseguraron ayer en Sant Francesc Xavier, fue recibida en su momento por los residentes de la pitiusa menor como un «jarro de agua fría». Con los días, esta situación empezó a convertirse, según los propios residentes, en la «peor crisis política» vivida en la isla. «Están llevando a cabo entre todos los implicados una política fea con imputaciones muy graves que carecen de pruebas», señaló la vecina Marce Martín haciendo referencia, especialmente, a las acusaciones de presiones denunciadas por la coalición Sa Unió contra Llorenç Córdoba.

En este sentido, la agrupación conformada por el PP y Compromís acusaron al diputado formenterés de «presionar» a su homóloga en el Govern, Marga Prohens, para cobrar un sobresueldo de 4.000 euros. «Tienen que aportar todas las pruebas. Toda esta situación nos huele muy mal y nos cuesta creer que Llorenç Córdoba no tenga dinero», explicó esta mujer haciendo hincapié en la incertidumbre con la que actualmente vive la isla de Formentera por no saber cuánto tiempo durará esta situación, ni cómo terminará. Respecto al posicionamiento de los vecinos en el conflicto, Marce Martín subrayó a Periódico de Ibiza y Formentera que «no se observa mucho movimiento de apoyo para ninguno de los dos bandos».

«Horrible crisis»

Explicó que lo único que quieren los residentes es que esta «horrible crisis política» se solucione. «Si la coalición de Sa Unió tiene pruebas suficientes para presentar cargos contra Córdoba, que las aporte. Sólo así sabremos si es cierto», insistió otro vecino de la isla. En esta misma línea, Marce Martín adelantó que, si este conflicto genera otro tipo de escenario, supondrá algo beneficioso para Formentera.

«Es necesario un cambio de gobierno. Desde mi perspectiva, un gobierno de izquierdas sería un cambio positivo», manifestó, mientras lamentaba las consecuencias de las votaciones en las últimas elecciones porque, según esta vecina, «muchas veces las personas se dejan llevar por las masas, algunas de ellas marcadas por connotaciones de odio». Al cuestionar a la población sobre la posibilidad de que Llorenç Córdoba, como conseller no adscrito, pueda alcanzar un pacto con la oposición progresista (Gent per Formentera y el PSOE) para debilitar a Sa Unió, manifestaron que es «poco probable» porque la izquierda «no lo aceptaría en base a sus principios».

Esta sensación de arrepentimiento vivida por Marce también la experimentó el residente Joan, quien no descarta una nueva convocatoria urgente de elecciones en Formentera tras «estos meses de mala política». Respecto a la moción de censura contemplada por Sa Unió para destituir a Llorenç Córdoba de todos sus cargos, los vecinos, que no quisieron aventurarse en este sentido, insistieron en la aportación de pruebas, tanto por parte de la coalición (PP y Compromís) como por parte del PP de Palma. Este último confirmó ayer las acusaciones vertidas por Sa Unió contra el diputado autonómico.

Entendimiento

Muy cerca de esta residente estaban las vecinas Carmen y Cati en su tienda de ropa cercana al Consell de Formentera: «Esta situación es muy triste. No queremos acusar a nadie porque no sabemos quién tiene razón. Sólo puedo decir que, ya que decidieron gobernar en Formentera juntos, que hablen y lleguen a un entendimiento por el bien de la isla», señaló Carmen al mismo tiempo que resaltaba que los «enfrentamientos entre ellos lo único que hacen es perjudicar a Formentera». Al preguntarle por la posibilidad de llevar a cabo una moción de censura contra Llorenç Córdoba o la convocatoria de nuevas elecciones, explicó que la gente no se arrepiente de votar a Sa Unió.

«Si ganaron por algo será, tienen que respetar la decisión del pueblo», puntualizó. Justo enfrente, sentado en un banco de Sant Francesc, estaba el residente Miguel, quien destacó que «no se puede valorar nada porque no disponen de las pruebas que justifiquen estas acusaciones tan graves contra el independiente Córdoba». «No hay nada claro, no sabemos lo que está pasando. Esta gestión ya empezó mal cuando dijeron que se habían encontrado las arcas vacías al llegar al gobierno, señalando que no pagarían a los proveedores de las entidades locales», apuntó este residente sin dar crédito a todos los conflictos presentados en tan sólo seis meses: «Ahora se presenta este caso de forma repentina sin sacar pruebas contra el presidente del Consell que son de interés para el pueblo», concluyó Miguel.