«Primero tenemos que agotar todas las posibilidades porque nuestra renuncia conllevaría abocar a Formentera a la ingobernabilidad», señaló ayer a Periódico de Ibiza y Formentera destacando que si renunciasen se «cargarían cualquier tipo de gobernabilidad» para el Consell de Formentera. En esta misma línea recalcó que, si dimiten, el todavía presidente Llorenç Córdoba, y también diputado autonómico, se quedaría solo y eso imposibilitaría poder gobernar el órgano de gobierno de la Pitiusa menor.
"Crisis más profunda"
Por su parte, el secretario general del PSOE de Formentera, Rafa Ramírez, señaló a este medio que la dimisión de los ocho consellers de Sa Unió sería un «desastre político que provocaría una crisis más profunda». «Me sorprende y me preocupa esta información», apuntó, al mismo tiempo que reclamaba una solución política urgente a la «peor crisis institucional vivida en Formentera». «La única salida que contemplamos es que se reúnan los miembros del equipo de gobierno y el todavía presidente Llorenç Córdoba y lleguen a un «entendimiento» por el bien de los ciudadanos de la isla. «Si son incapaces de llegar a una solución, veremos qué opciones hay para cambiar este escenario», puntualizó.
Es esta misma línea se mostró ayer la portavoz de Gent per Formentera en el Consell Insular, Alejandra Ferrer, al resaltar que esta situación la han provocado Sa Unió y Córdoba y es su responsabilidad «arreglarla». Además, esta mujer adelantó que este próximo lunes su partido estará pendiente de los pasos que dan ambas partes: «Veremos si dimite uno u otros y, según contemplemos los diferentes escenarios, haremos balance de las opciones que hay». Asimismo, aclaró que actualmente todas las hipótesis que hay encima de la mesa son «malas». «El gobierno que votó la gente se está desintegrando después de sólo seis meses. Esta situación es muy grave y complicada», explicó.
Ante estas exigencias, José Manuel Alcaraz manifestó ayer que Sa Unió sigue esperando que Córdoba tome una decisión sobre su futuro político. «En persona le dijimos que lo mejor que podía hacer era presentar su dimisión porque está solo institucionalmente, tiene en contra a los ocho consellers», insistió e indicó que por el bien de Formentera y por la dignidad de la institución tiene que dar un paso atrás. Asimismo, adelantó que, si no presenta su dimisión el lunes, Sa Unió comenzará una ronda de contactos con los partidos de la oposición (Gent per Formentera y PSOE) para tratar esta crisis.
Sin Presupuestos
José Manuel Alcaraz también informó ayer de que durante estos contactos quieren poner sobre la mesa la aprobación de los presupuestos para 2024. «Nuestra prioridad son los presupuestos del Consell para el año que viene. Faltan pinceladas y tenemos que cerrarlos para aprobarlos en el pleno del 22 de diciembre», añadió el presidente del PP de Formentera. En este sentido, subrayó que, de momento, la gobernabilidad del Consell no se ha visto «truncada», ya que el funcionamiento de la institución sigue su curso, pero para que no acabe afectando la situación todavía más es esencial aprobar estas partidas. «Hablaremos con la oposición sobre ello para saber qué mejoras pueden aportar», agregó.
Al respecto, Rafa Ramírez destacó que se está descuidando «el documento político más importante de una institución» como son las partidas económicas para 2024. «Se ha perdido el norte. En lugar de estar hablando de los presupuestos de la institución insular y las necesidades de los ciudadanos, estamos hablando de presupuestos personales y asignaciones económicas a los partidos. Se está jugando con el futuro político del Consell para el año que viene», añadió el secretario general del PSOE de Formentera, resaltando que estos fondos tienen dos vías de ingresos: los propios y los ingresos procedentes del Govern balear.
En esta línea, Rafa Ramírez recordó cómo el pleno del Parlament balear rechazó en bloque las enmiendas presentadas por el también diputado autonómico por Formentera, Llorenç Córdoba, a los presupuestos del Govern de 2024. Según el presidente del PP de Formentera, estos votos en contra de las nueve enmiendas se vaticinaron desde Sa Unió porque Llorenç las presentó sin que hubiese existido «consenso» con ningún conseller del Govern balear. «No se consensuaron ni importes ni conceptos. Teniendo en cuenta esto, y sus votaciones en el Parlament, no se podía esperar que votaran a favor de estas enmiendas», lamentó Alcaraz.
