Arriba, la silla vacía de Córdoba en el Parlament por segunda semana consecutiva.

Si algo ha quedado claro estos días es que el Consell Insular de Formentera es, ahora mismo, ingobernable. La relación entre los partidos de Sa Unió, PP y Compromís, con el presidente, el independiente Llorenç Córdoba, está totalmente rota. Y aunque lleven meses trabajando al margen unos de otros, la realidad es que la situación es insostenible si se mira a medio y largo plazo. En este escenario, llaman la atención determinados movimientos que resulta difícil achacar a la casualidad. Es el caso de las intervenciones del PSIB en el Parlament desde que Córdoba hizo estallar él solo la crisis al enviar aquel críptico mensaje en el que anunciaba que su apoyo a la popular Marga Prohens ya no sería incondicional, sin dar más datos del porqué de esa decisión.

Una semana después, el portavoz de los socialistas, Iago Negueruela, realizaba una encendida defensa de Córdoba ante la Cámara autonómica. Negueruela aseguraba entonces que el presidente formenterés y diputado autonómico no había acudido a aquella sesión plenaria porque no quería «más mentiras». Y vinculaba la postura de Córdoba con el supuesto incumplimiento por parte de Prohens de resolver el problema de los deslindes de Formentera. Es más, Negueruela acusaba al PP de «silenciar»a Córdoba y de «engañar» a los ciudadanos. «No sabemos», añadió, «si también le han engañado a él y si por eso actúa como lo está haciendo». Curiosamente, Córdoba empleó en su rueda de prensa de este lunes argumentos muy similares a los de Negueruela para justificar su ruptura con los populares.

Con la petición de los sobresueldos ya sobre la mesa pública, el PSIB ha vuelto a echar un capote a Córdoba ignorando totalmente esta grave cuestión. En esta ocasión ha sido el ibicenco Marco Antonio Guerrero el encargado de apoyar otra vez en el Parlament al presidente formenterés este martes empleando el argumento de que el PP de Prohens no ha hecho nada para sacar adelante una ley de costas que permita solucionar el problema de los deslindes. Guerrero ha ido más allá al cuestionar que el Govern tenga competencias para ello y ha arremetido contra Prohens y los populares por la crisis del Consell. Algo que el mismo día ha recogido en otra rueda de prensa el propia Córdoba como explicación para la crisis.

Sorprende, por otro lado, que en esta situación el PSIB en Formentera se mantenga al margen de la crisis. Su portavoz en el Consell, Rafa Ramírez, se limitó a indicar el lunes que, sin pruebas contra Córdoba, la formación no pedirá su dimisión. Mostró, eso sí, su sorpresa porque el todavía presidente del Consell no solicitara a la oposición su apoyo para la aprobación de los presupuestos de 2024, que, en su opinión, «sería algo lógico».

Fuentes del PP balear, por su parte, han indicado que consideran que «no es imposible» que Córdoba pacte con el PSIB y GxF un nuevo gobierno para la isla. Por ello frenaron al vicepresidente tercero y presidente del PP formenterés, José Alcaraz, en su propuesta de que el equipo de Gobierno dimitiera en bloque para forzar la marcha de Córdoba del Consell. Y es que esa maniobra hubiera facilitado el acuerdo entre el presidente y la oposición sin necesidad de pasar por una moción de censura. «A la izquierda», han indicado, «le va bien todo este lío y empezamos a pensar que son capaces de lo que sea con tal de gobernar. Lo estamos viendo a nivel nacional con Pedro Sánchez".

Las mismas fuentes han señalado que la actitud del PSIB en esta crisis es «llamativa»». «Salen en el Parlament a decir que la ley de costas no se puede hacer porque el Govern no tiene competencias y Córdoba se hace el sorprendido», han explicado, «pero recoge el mismo argumento. La realidad es que él nunca ha preguntado por esta cuestión», concluyen.