Un momento de la reunión de este jueves. | Consell de Formentera

El Consell Insular de Formentera no aplicará restricciones de agua en la isla este verano pese al estado de alerta por sequía en que se encuentra. Así lo ha asegurado hoy la consellera insular de Gestión Ambiental, Verónica Castelló, durante la celebración de la primera reunión de la Junta Insular del Agua de Formentera, donde ha pedido a su vez a la población que «no se alarme porque no aplicaremos ningún tipo de restricción», pero sí que ha avanzado que «vamos a trabajar en campañas de sensibilización» ya que «todos tenemos que hacer algún esfuerzo porque estamos viviendo una época de sequía».

En este sentido, el director general de Recursos Hídricos del Govern balear, Joan Calafat, ha señalado que durante la Junta Insular del Agua «hemos revisado la situación en la que se encuentran los acuíferos y de cómo se aplicará el Plan contra la Sequía. Formentera tiene unas características diferentes a otras islas y, por tanto, necesita que hagamos un tratamiento especial de los datos». Asimismo, ha explicado que en la menor de las Pitiusas «tenemos una capacidad de producción muy superior a la demanda. Tenemos una capacidad de almacenamiento garantizada para cinco o seis días, por lo que no estamos hablando de ningún tipo de restricción de momento». Según han explicado este jueves desde el Consell de Formentera, la desaladora de la isla cuenta con una capacidad para producir casi 5.000 metro cúbicos más de los que está produciendo de media, «por lo que todavía hay un amplio margen de producción, por lo que no será necesario hacer restricción del agua».

Sin embargo, ha apuntado que esta falta de lluvias sí que puede afectar a que haya que tomar algunas medidas en cuanto a la captación de aguas subterráneas. «Hemos estado hablando de hacer una campaña de control y de sensibilización, y por ahí irán las acciones que tenemos pensado hacer», ha adelantado el director general de Recursos Hídricos del Govern balear. Y es que el acuífero de Formentera es muy sensible a la intrusión salina «y tendremos que hacer un control más exhaustivo de las extracciones» ya que «servimos agua buena, pero cuando vuelve a la depuradora tiene un nivel de salinidad que inhabilita su reutilización, y este es el gran objetivo a lograr, cerrar el ciclo del agua y por eso tenemos que controlar los vertidos». Unos vertidos salinos que vienen derivados de osmosis, de piscinas de hidrólisis, de calcificadores «y vienen de la gente que utiliza aguas del subsuelo, sobre todo. Hemos de intentar corregir esto y concienciar a la gente». Para ello, han anunciado que se llevará a cabo un proyecto de monitorización a lo largo de la red de alcantarillado con el que se va a detectar en qué puntos va aumentando la salinidad y, de esta forma, ver quién y dónde está haciendo los vertidos.

Calafat ha reconocido que «estamos en una situación delicada, pero pensamos que tenemos las infraestructuras suficientes para garantizar el suministro» durante la temporada turística de este año. «Hay que mandar un mensaje de tranquilidad a la población», ha añadido, «ya que estamos trabajando y llevando a cabo políticas transversales con Agricultura para hacer una realidad la reutilización del agua», algo que se logrará con el proyecto de ampliación de la estación depuradora «que ya está muy avanzado y que en breve se podrá adjudicar».

En cuanto a inversiones que empezarán a ejecutarse ya este año, la consellera insular de Gestión Ambiental ha destacado la ampliación de la depuradora, la mejora del depósito de Ca Marí y la construcción de un segundo depósito en este enclave. Estas actuaciones contarán con una inversión de 9 millones de euros del Govern balear para este año 2024, que se ampliarán hasta los 20 millones a lo largo de toda la legislatura en mejoras de las infraestructuras involucradas en el ciclo del agua.

Durante la reunión de la Junta Insular del Agua, Joan Calafat ha hecho también un repaso a «todos los proyectos y todas las iniciativas que están en marcha» y ha anunciado que se ha acordado «impulsar un proyecto sostenible para Formentera» con la finalidad de que en esta legislatura «podamos definir un modelo de gestión totalmente sostenible de todo el ciclo del agua».