Alcaraz y Córdoba juntos en un pleno cuando aún eran compañeros de equipo de gobierno. | Moisés Copa

«Antes se coge al mentiroso que al cojo», escribió ayer el presidente del PP de Formentera, José Manuel Alcaraz en su redes sociales. El exvicepresidente del Consell de Formentera fulminado por Llorenç Córdoba colgó en su perfil el acta de la última junta de gobierno de la institución insular celebrada el 15 de marzo. Una sesión que terminó con el conseller de Sa Unió Óscar Portas tomando la palabra y preguntándole al secretario del Consell, Ángel Custodio Navarro, por si había sufrido presiones por parte de Alcaraz o quejas de algún técnico en el mismo sentido, como el presidente Córdoba aseguró en Ràdio Illa el pasado 4 de marzo.

Según consta en el acta, «el sectario dice, y si es necesario lo jura sobre los Cuatro Evangelios, así lo dice, que no ha recibido ninguna presión de nadie para que no se celebrara la sesión de la Junta de gobierno del día 29 de febrero. En primer lugar, porque estaba de viaje, pero fue él el que comunicó que se anulara la celebración de la sesió porque no había seguridad jurídica de que fuera correcta, y le hicieron caso».

El acta añade que el secretario del Consell de Formentera «no ha recibido ninguna queja de ningún técnico por presuntas presiones del Sr. Alcaraz Escandell y que no ha tenído ninguna reunión en la que se comentara que había había recibido quejas del Sr. Alcaraz Escandell».

Por el contrario, Ángel Navarro sí que admite que en la «única reunión» que ha tenido con los servicios jurídicos de la institución insular sí que se trataron «quejas por el hecho de que el presidente había adscrito al letrado Sr. Valladolid Portas como letrado de Presidència, y esto obliga a rehacer el decreto de los Servicios Jurídicos por las responsabilidades de todos».

A pregunta de Córdoba, el secretario también señala que tampoco nadie se ha quejado de presiones por parte del presidente del Consell de Formentera.

José Manuel Alcaraz anunció en su día que estudia presentar una querella «por difamación» contra el presidente de la institución, Llorenç Córdoba tras acusarle en una entrevista radiofónica de haber «presionado» al secretario de la institución insular, Ángel Navarro, y a técnicos y letrados para que firmaran informes en contra de cuestiones promovidas por Córdoba.

«Es increíble que no aparezca por el Consell en toda la semana y solo se dedique a hacer entrevistas radiofónicas teniendo la institución bloqueada», denunció en su día Alcaraz, «y en esas entrevistas lo que hace es mentir en todo». El presidente del PP formenterés calificó de «demencial» la acusación de Córdoba. «Está en una escalada que no es positiva para nadie», señaló Alcaraz, quien, además, insistió en que las «mentiras» del presidente son fácilmente desmontables. Una versión que ha quedado clara con el acta de la última junta de gobierno.

No dimitirá

Córdoba insistió el pasado fin de semana en que él no va a dimitir: «Es importante destacar que mi compromiso como presidente siempre ha sido y seguirá siendo con el bienestar y el interés general de los ciudadanos de Formentera. Continuaré trabajando incansablemente para superar esta situación y encontrar una salida que preserve la estabilidad institucional y promueva la protección y el progreso de nuestra isla» y concluye agradeciendo a la ciudadanía de Formentera «su comprensión y apoyo en estos momentos difíciles».

Cabe recordar que la crisis abierta por el propio presidente Córdoba a finales del año pasado es prácticamente insalvable ya que él no piensa dimitir y los consellers de Sa Unió tampoco. Las consecuencias en el día a día ya se están notando debido a la inacción en muchas áreas que el propio presidente gestiona, como es el caso de los quioscos en el que los consellers de Sa Unió, con mayoría en la junta de gobierno, no apoyaron la propuesta del presidente de declarar el concurso desierto.