Tolo Darder en uno de sus paseos vespertinos en el puerto. | Toni Planells

Bartolomé, Tolo, Darder (Mallorca, 1944) es un clásico del fútbol ibicenco. Un hombre elegante implicado toda su vida al deporte rey, sobre todo en la formación de jugadores. También regentó durante más de tres décadas una sastrería. A sus 78 años se mantiene en una forma envidiable, con un pie en Ibiza y otro en Colombia, sin dejar de divulgar sus conocimientos en cuanto al deporte que le ha apasionado toda su vida: el fútbol.

Como no puedo evitar esta pregunta, empezaremos por aquí ¿cómo se mantiene uno en tan buena forma a su edad?
— Me mantengo activo, hago un poco de deporte cada día, salgo a correr o hago gimnasia en casa durante una hora por lo menos. También me mantengo activo intelectualmente. Aunque con el Covid no he podido ir suelo pasar seis meses en Colombia, donde doy conferencias por todo el país. Ahora con el Zoom también doy conferencias por todo Sudamérica. Sin ir más lejos, el otro día daba una videoconferencia en Ecuador, había entrenadores de hasta 16 países distintos, pero también estoy invitado a dar conferencias en Panamá, Venezuela, Honduras, Perú o Argentina. Ya llevo unas 33 conferencias sobre formación de entrenadores.

Entiendo que el fútbol es más que su pasión.
— El fútbol ha sido siempre mi vida. A pesar de que he tenido otros negocios; tuve una tienda más de treinta años en la calle Juan de Austria, también tuve junto a un socio la franquicia de ING, desde que nací hasta hoy mismo siempre he estado metido en el fútbol. He sido jugador, entrenador, director deportivo, directivo, he sido el delegado de los entrenadores y de la escuela de entrenadores en Ibiza durante 46 años. En el fútbol ibicenco creo que lo he hecho todo.

Durante su vida en el fútbol, ¿ha tenido alguna de esas oportunidades que se presentan pocas veces?
— He tenido oportunidades, sí. Me ofrecieron salir fuera a entrenar a la península o a Menorca, desde dónde me llamaron varias veces, pero en ese momento estaba con la tienda y no podía dejarla.

¿Se arrepiente de haber dejado pasar alguna de esas oportunidades?
— No. Creo que no hay que arrepentirse de las cosas, las cosas vienen como vienen y después me han salido otras oportunidades que no hubiera esperado, como ir a Colombia y que desde allí me ofrecieran hacer de ojeador para el Atlético de Madrid.

Como ojeador ¿ha descubierto a algún jugador que se sienta especialmente orgulloso?
— He referido bastantes jugadores, pero ellos son los que deciden el perfil de jugador que necesitan y les encaje. A lo mejor les encuentras a un jugador muy bueno pero resulta que no les encaja. En su momento referí a Falcao o a Jackson Martínez.

¿Cómo ha acabado controlando tanto el panorama colombiano?
— Es que me casé con una colombiana. Ahora en Colombia soy más conocido que en Ibiza. Tengo la suerte de conocer allí a gente muy importante del mundo del fútbol, como Pacho Maturana, y veo mucho fútbol allí, hay verdadera pasión. Desde lo de Falcao me salió la oportunidad del Atlético, después me ofrecieron dar una conferencia en Medellín y desde allí me han ido llamando para Cartagena, Bogotá… desde entonces habré hecho allí unos 20 seminarios.

¿De verdad se considera más valorado en Colombia que en Ibiza?, aquí se le valora bastante.
— No es que me pueda quejar de cómo se me valora en Ibiza, estoy como comentarista en la radio, en la TEF, he hecho artículos… creo que aquí ya he hecho de todo.

¿El fútbol le trajo a Ibiza?
— Sí, vine por primera vez en el año 66 para jugar en el Ibiza, me enamoré de Ibiza desde el primer momento, me casé aquí y me considero un ibicenco más. Vine el año después de que el Ibiza jugara la fase de promoción. Era el año en el que Abel Matutes dejó de ser el presidente y pasó a serlo Toni Riera, de bodegas el Puerto, que me fichó para el equipo, dónde estuve dos años. Después me marché a Elda y después volví aquí. Sin esperarlo, después me vino Toni Munar, de la Penya Blanc i Blava, y me propuso entrenar al equipo. Desde entonces he entrenado a prácticamente todos los equipos: el Ibiza Atlético, la Peña, también entrenaba al Portmany cuando jugamos contra el Atlético de Madrid, en el Sant Josep…

¿Es el mejor momento futbolístico en Ibiza con el ascenso de la UD?
— Sin duda. Esto no lo habíamos vivido nunca. Ya no es solo que tengamos a un equipo en Segunda A, es que tenemos a tres más en Segunda B: el CD Ibiza, el Portmany y el Formentera. Además hay otros cuatro en tercera división. Algo que no se había visto antes en Ibiza. Además, hay otros deportes que tienen éxito: el balonmano, el voley, el baloncesto… Ibiza está viviendo el mejor momento deportivo de su historia.

¿Veremos al Ibiza en primera división?
— Pienso que vamos por buen camino, pero de la manera que se está trabajando es muy posible. Nadie pensaba que, recién ascendidos, tuviéramos una temporada tan buena. Es un sueño todo lo que está pasando.

Sin embargo Ibiza sigue sin ser una cantera de jugadores, ¿por qué?
— Esto es un problema. Con la cantidad de equipos que tenemos y hay muy pocos jugadores de Ibiza. En la UD hay un Juan de Ibiza, el CD también tiene a algunos chavales, la Peña tiene unos pocos, el Formentera prácticamente ninguno. La verdad es que la cantera sigue siendo un problema y de cara al futuro hay que hacer mejor trabajo de cantera. Sin embargo hay casos como Leo Román, que es ibicenco y ha debutado en primera como portero del Mallorca.