Aspecto que ofrecía la plaza de Sant Josep con motivo de la comida organizada por Manos Unidas. FOTO: G.LAMA.

NIEVES IBARRONDO El ingrediente más importante de esta parrillada no era la carne, los condimentos, ni tan siquiera los asistentes. El elemento esencial de la reunión celebrada ayer en Sant Josep y que consiguió congregar a más de 500 personas era el espíritu de ayuda que les motivó a acudir a la ya tradicional cita organizada por Manos Unidas.

La comida en la plaza de la iglesia, enmarcada dentro del programa de fiestas del municipio, comenzó horas antes del convite con una eucaristía a las once de la mañana. Terminada la misa, el grupo de baile folclórico de la localidad puso la nota de color a una jornada dominical en la que, a partir de entonces, se sucedieron las rifas, los juegos, la música y timbas, con el objetivo de recaudar fondos para la institución humanitaria hasta bien entrada la noche. Además, se contó con las actuaciones del cantautor Vicente de la Once y Pep de la Torre.

El dinero obtenido de las actividades allí desarrolladas venía a sumarse a las 1.500 pesetas que debían pagar los asistentes así como al coste del viaje del autobús dispuesto por la organización para desplazar a los invitados. La cantidad total se destinará, tal y como señaló una de las responsables de la ONG, Francisca Marí Tur, «a los proyectos que se están llevando a cabo, así como a casos puntuales, por ejemplo los refugiados del conflicto de los Balcanes».