Las playas de Sant Antoni fueron la excusa perfecta para que varios amigos decidieran fundar una organización en defensa de la naturaleza.

Hazel Morgan es, hoy por hoy, la presidenta de una organización que cuenta con trescientos socios y una trayectoria en la que se acumulan éxitos, «mucho trabajo y un largo futuro en el que hay mucho que aprender», según sus palabras. Pero en 1989 Amics de la Terra nació de manera improvisada como «un grupo de apenas veinte amigos que se decidieron a limpiar las playas de Sant Antoni». A partir de entonces las necesidades y los trabajos en bosques y calas se multiplicaron, de manera que decidieron su agrupación formal en junio. Pese a ello, apostaron por mantener el espíritu que les dio origen y que Morgan resume de la siguiente forma: «Se trata de cuidar algo que quieres». A lo largo de este tiempo, la evolución ha sido vertiginosa, no sólo en cuanto al número de colaboradores y voluntarios que realizan, tanto acciones puntuales como aportaciones económicas sino también en los objetivos de reivindicación: «El principal problema al que ahora nos enfrentamos es el crecimiento incontrolado o desordenado de la construcción y el urbanismo y todo lo que ello supone. No obstante, reconocemos una mejoría en el apartado de las basuras». A todo ello se dedican unos socios que define como «más que dinero».