José Luis de Vilallonga este año ha adelantado sus vacaciones y ayer se le podía ver tranquilamente sentado y tomando el sol en una de las terrazas que pueblan las aceras de Vara de Rey. Y es que su hijo Fabrizzio, a quien visita regularmente, ha fijado su residencia en Eivissa, donde ha montado una empresa de construcción.

Vilallonga es uno de los rostros más conocidos y habituales de las aguas de Balears, islas a las que se mantiene fiel como pocos. Cuando el escritor decidió abandonar Mallorca -donde vivió durante años junto a su ex-mujer Syliane Stella se decidió por las Pitiüses, donde, según sus propias palabras, encuentra «lo que no hay en Mallorca: tranquilidad». Desde el momento en que decidió mudar su residencia de veraneo, -hace ahora tres años- no ha fallado un solo verano. De hecho, junto a su hijo, acaba de reformar una antigua casa payesa, situada en una finca de 22 hectáreas.

Escritor y actor -aunque también ha trabajado como periodista-, José Luis de Vilallonga es más conocido por sus frecuentes apariciones en la prensa del corazón. Sus historias de amor y desamor han fascinado, durante años, a los lectores del papel caché. Con los años, no obstante, Vilallonga ha sentado la cabeza. Su biografía del Rey, y sus últimas novelas «El Sable del Caudillo» o «Fiesta»- que el verano pasado fue adaptada al cine- le han mantenido ocupado y le han reportado «una considerable satisfacción» tal y como el escritor comentó a este periódico el verano pasado.