Uno de los genios mágicos, rodeado de niños durante la actuación de la compañía Fábrica de Sueños. (Foto: G. G. Lama).

Animales y seres mitológicos sobre zancos, un ciempiés gigantes, duendes y otros geniecillos se presentaron ayer tarde en la Plaza del Parque dispuestos a presentar los árboles de la plaza, «los hermanos erguidos», a mayores y pequeños. Nacieron justo al lado de una parquinsonia. Los duendes y genios fueron surgiendo de debajo de la falda de un hada naturaleza. Primero, ante los atónitos ojos de los presentes, aprendieron a andar, al principio con parcos movimientos, y a hablar, aunque confundían palabras y tartamudeaban por la falta de práctica. Una vez en su salsa, fueron saludando a diferentes árboles, en una espectacular comparsa que arrastraba tras ellos a todos los presentes. La parquinsonia, el tamarindo o el ciprés fueron presentados al público con canciones improvisadas para la ocasión. Al llegar al pie de cada árbol o planta saludaban al «hermano erguido» con una canción que coreaban todos los presentes. En la comitiva, también se dejaba ver algún que otro animal, como un zorro o un lagarto gigante. Otro de los aciertos de la comitiva fue portar una gran antorcha de incienso que disimulaba el mal olor que despide la manzanilla plantada en el centro del parque, creando un ambiente íntimo que favorecía la comunicación entre los duendes, el público y los árboles.

En definitiva, este espectáculo fue la original manera que el Ayuntamiento de Eivissa eligió para celebrar el día mundial del medio ambiente. «La estela de los Duendes» el espectáculo de la compañía La fábrica de duendes varía en función del escenario en el que se desarrolla. En este sentido, María Tejada, la directora de la compañía, destacó que en el Parque de la Paz pese a que, a primera vista, es un parque urbano sin demasiado encanto, una vez realizaron un pequeño estudio del terreno descubrieron «muchos árboles, interesantes y muy mágicos. Algunos que no conocíamos».

En definitiva, el espectáculo teatral y musical de «La estela de los duendes» cumple tres funciones muy concretas. La primera de ellas, cómo no, es entretener al público con una función que apuesta por los efectos escénicos, el vestuario colorista, la música, las canciones y la fantasía. La segunda, que enlaza directamente con la tercera, cumple una doble función didáctica: dar información al público sobre los árboles que les rodean y enseñarles a respetarlos.