Un taller de artesanía organizado por el Museu Etnològic d'Eivissa i Formentera de Santa Eulària en marzo del año pasado fue el comienzo. El premio de la Nit de Sant Joan de esa edición, el colofón. Sara Ferrer tiene sólo diez años pero ya sabe lo que es escribir un libro y recibir un galardón por él. Algo que añoran muchos literatos durante décadas, ella lo ha conseguido en la que compone el margen de su edad.

Era la primera vez que acudía a una experiencia similar. En el centro cultural aprendió a confeccionar con sus propias manos pequeñas obras de arte: un barco, una cometa, una flauta, una honda y un molino de viento. Y la enseñanza le sirvió para continuar en otra faceta artística: la narración. Sobre la base de un trabajo escolar, y con el apoyo y la ayuda tanto de su profesora como de su madre, (que colaboró en el apartado fotográfico), la joven se decidió a participar en el certamen y para su sorpresa, recibió las 150.000 pesetas como primera clasificada. Ahora las dudas están atrás y «creo que voy a ganar otra vez», señala, en relación a su participación en la presente convocatoria. Para ello ha confeccionado su segunda obra sobre casas payesas. Como en el anterior, se ha volcado con todo el entusiasmo propio de su edad y tiene un sueño: «ahorrar para comprarme un ordenador». Iniciativa y ambición para cumplir sus deseos, sin duda, no le faltan.