¿Quién no recuerda sus primeros chapuzones acompañados de grandes tragos de agua salada con pataleos incluidos? ¿Y las primeras brazadas a bordo de un magnífico flotador rematado en cabeza de jirafa, cebra o tigre?

Las nuevas generaciones de pequeños nadadores lo tienen mucho más fácil para aprender a nadar. Los flotadores han pasado a un segundo plano, o mejor dicho, se han incorporado al traje de baño para no resultar molestos.

Con los bañadores que incorporan ocho pequeños flotadores de corcho, los pequeños pueden nadar con total libertad sin tener que sufrir el incordio del flotador, la burbuja o los «manguitos», y los padres pueden estar tranquilos cuando los pequeños jugueteen en la orilla. Los «bañadores flotantes» tienen ocho compartimentos donde se introducen los correspondientes flotadores de corcho de forma cilíndrica, distribuidos la mitad en la parte posterior de la prenda y la otra mitad en la parte anterior de la misma. El diseño de estos peculiares trajes de baño permite el movimiento de los brazos en total libertad, cosa que los benjamines agradecen.

Jess y Joy vende estos prácticos trajes de baño en dos versiones: la de niño con forma de pantaloncito y con dos asas; y la de niña, rematada a modo de braguita y con las tiras cruzadas a la espalda, en las tallas 3, 4 y 5.

Confeccionados en licra y con unas telas de alta resistencia y mucho colorido, los bañadores-flotador gustan tanto a padres como a hijos, y resultan muy seguros en la piscina y en la playa.