El secreto de un buen cocktail pasa por conocer al cliente y adivinar cuales pueden ser sus preferencias, algo que sólo se consigue tras muchos años de trabajo». Así de rotundo se muestra Pepe Serra, avalado por la experiencia que suponen veinte años «en el otro lado de la acera», como le gusta definir su profesión de barman.

Como regente del «Melody», un establecimiento especializado en este tipo de bebidas en Sant Antoni, ha sido el encargado, junto a Samuel, su colaborador, de describirnos las mezclas más punteras de este verano, «pese a que los tradicionales continúan siendo toda una constante». En este grupo se engloban los clientes clásicos, «que de verdad saben lo que quieren» señala, con demandas que pasan por Dry martini (ginebra y martini), Manhattan (whisky, martini rojo y angostura) o Daiquiri (ron, zumo de limón y azúcar). Este año, las diferentes combinaciones tienen una reminiscencia muy clara: el Caribe. «Desde que la gente se marcha de vacaciones a Cuba y los países cercanos, se ha multiplicado por dos la gente que nos pide cosas exóticas: Mojitos (ron blanco, cointreau, zumo de limón, soda y hojas de menta); Tequila sunrise (tequila, granadina y zumo de naranja), Piña colada (ron, batida de coco y zumo de piña) o Coco-loco (malibú, cointreau, banana, licor, ron y crema)» afirma Serra. El alcohol es un protagonista habitual de estos refrescos, excepto en el San Francisco (zumo de limón, naranja, piña y granadina) y el Very Well, de características muy parecidas. La idea de un verano fresco se materializa pues con grados de más.