Drag-queens, hooligans o simplemente familias deslizan sus morenos cuerpos por el paseo del puerto de Eivissa. Es un espectáculo continuo que se repite a diario y que jubilados o personas ociosas se entretienen en contemplar, tarde tras tarde, desde los bancos instalados por el Ayuntamiento de Eivissa.

Este es el lugar que hemos escogido para inaugurar esta sección, en la que les ofreceremos algunos de los lugares curiosos, concurridos o simplemente graciosos de Eivissa y Formentera.

Las personas mayores abundan, más que otros, en el puerto de Eivissa al caer la tarde. Cuando ya no molesta el sol, se juntan en algún banco para continuar una vieja tradición: la crítica constructiva del atraque en el puerto de las barcas que unen las Pitiüses. Para algunos, los capitanes de las embarcaciones de hoy en día ya no tienen ni idea del mar. Para éstos, sólo la única barca válida es la «Joven Dolores», el navío más «marinero», como la llaman.