El presidente de la Asociación de Constructores de Balears, Manuel Gómez, afirmó ayer en el comité ejecutivo de las asociaciones de constructores que se celebró en Eivissa que la lentitud en la instauración de las Directrices de Ordenación del Territorio (DOT) puede ocasionar «un aumento galopante de la especulación del suelo urbanizable». Gómez aclaró que la asociación que preside está a la espera de la decisión que tome el nuevo equipo de gobierno de Balears sobre las DOT, «ya que cuando ejercían desde la oposición manifestaron que deseaban modificarlas». Además, explicó que aunque no les parece un instrumento legal perfecto «los constructores prefieren que el mercado se rija por el libre mercado, y no por el intervencionismo estatal».

Manuel Gómez admitió que a esta etapa de bonanza en el sector de la construcción le seguirá una época de recesión económica, siguiendo los ciclos habituales de la economía. Para Gómez, la inversión pública descenderá a partir del año que viene «y se dará un trasvase de los trabajadores que se han dedicado a ésta hacia la inversión privada».

«Este receso será menos traumático que el de finales de los 80, y las empresas constructoras con vocación de permanencia han sabido frenarse y mejorar su tesorería en época de boom», aclaró Manuel Gómez. Para el constructor, la única consecuencia negativa de esta época es el encarecimiento de la vivienda.