En la imagen, la depuradora de Sant Miquel, una de las que acumula más protestas de los vecinos por su estado y rendimiento.

El conseller de Medi Ambient i Ordenació del Territori del Consell Insular d'Eivissa i Formentera, Joan Buades, ha solicitado al Govern balear que elabore un estudio de la situación en la que se encuentran las depuradoras de las Pitiüses, con el objetivo de conocer en qué fallan y cómo deberían mejorarse.

Buades firmó anteayer la petición formal para que se realice dicho estudio, aunque ya había hablado de su necesidad en dos encuentros previos con el director general de Recursos Hídrics del Ejecutivo autonómico, Antoni Rodríguez Perea. Por ello, el conseller confirma que en las próximas semanas se desplazará a la isla un equipo especializado en este ámbito, que supla la falta de personal que tiene la Conselleria.

El conseller de Medi Ambient explica que tiene un gran número de denuncias de particulares por el mal servicio que les presta alguna de las depuradoras repartidas por las Pitiüses. Entre las que más quejas han provocado se encuentran la de Formentera, la de Santa Eulària, la de Sant Miquel y la de Cala Tarida, tal y como ya indicó el conseller durante la sesión plenaria que tuvo lugar anteayer en Sant Josep. «Yo espero que en el plazo de dos meses se puedan ya conocer los fallos de las depuradoras. Fallos que hasta ahora no han sido tenidos en cuenta porque no ha habido nunca ningún tipo de control», señala el conseller.

Buades reconoce que, por ejemplo, no se sabe el destino que se le da a los fangos que se desechan tras la depuración del agua, a pesar de que pueden ser altamente contaminantes y estar dañando gravemente el medio ambiente.