El hecho de que un sexto concejal del Pacte Progressista haya asumido dedicación exclusiva y las funciones y salarios del personal de confianza del equipo de gobierno provocaron un polémico debate en el pleno del Ayuntamiento de Eivissa de ayer, en el que el alcalde, Xico Tarrés, finalizó la sesión recomendando a la concejala del Partido Popular Pepita Costa que no haga afirmaciones que no puede demostrar.

El PP cuestionó durante la sesión la contratación del nuevo coordinador del centro cultural de Can Ventosa, Carles Fabregat, que entiende que es fruto de un «pago político». Fabregat fue asesor del Pacte durante la campaña electoral y la oposición entiende ahora que se están pagando sus servicios con dinero público. Además, los concejales del PP pidieron explicaciones para saber por qué la concejala Lurdes Costa necesita tener dedicación exclusiva para cubrir el área de Cultura y Educación. En este caso, la oposición cree que la decisión responde a la necesidad de satisfacer las «aspiraciones políticas» de la concejala, que en principio debía haber ocupado un puesto de diputada autonómica del Pacte Progressista.

El concejal Joan Boned negó todas estas acusaciones durante sus intervenciones y defendió que estas necesidades vienen determinadas por el «volumen de trabajo» de la institución. «Entiendo que las aspiraciones personales quedan cubiertas con esta concejalía», respondió Boned. El pleno aprobó, con el voto en contra de la oposición, una modificación del Plan General que afecta a la zona sureste del Puig des Molins. El PP recriminó al equipo de gobierno que no haya informado de este asunto a los vecinos afectados, con los que se había firmado en 1993 un convenio sobre el futuro de la zona.