Poco ha durado la extraña boda del pasado verano entre Fabrizio Vilallonga, hijastro del escritor José Luis de Vilallonga, y la ibicenca Lucía Montojo. El enlace, que estuvo presidido por el morbo debido a la negativa de Fabrizio a invitar a su madre, Siliane, ha acabado como el rosario de la aurora. Las primeras desavenencias conyugales se produjeron al mes de la boda, cuando unos fotógrafos captaron la imagen de la pareja discutiendo en un aparcamiento. Tras la publicación de estas imágenes, llegaron los desmentidos del matrimonio en todas las emisoras de televisión. De poco sirvieron, puesto que como avanzó ayer el programa «Sabor a ti» de Antena 3, la pareja se ha separado definitivamente.

AÑO HORRIBLE
Siliane Stella recordará 1999 como el año en que se casó y se separó su hijo, el año más horrible de su vida. Porque si separarse no es bueno, peor es casarse, que no la inviten a la boda y que luego quien se casa se separe y se tenga que enterar por la prensa. «Y no solo eso -añade Silian e-; porque encima de que mi hijo no me invita a su boda, su esposa, sin conocerme, me pone de vuelta y media, y encima, los padres de ella se niegan a conocernos. Para colmo, mi hijo tampoco invita a la boda a su padre, ni a su abuela, y anteayer, día del cumpleaños de esta, ni siquiera la llama por teléfono para felicitarla».