L. FERRER La Asociación de Talleres Mecánicos Independientes y Recambios de la Pimeef acordó durante su última asamblea solicitar al Consell que habilite un terreno de su propiedad para poder almacenar los residuos tóxicos que generan estos negocios, como disolventes y baterías que, al contrario que los aceites y los neumáticos, no recoge ninguna empresa.

El presidente de esta asociación que reúne a 75 negocios, Claude Chalanset, advierte que la presencia de este tipo de desperdicios en talleres cercanos o asentados en núcleos poblados es un peligro potencial porque «hasta un simple cortocircuito puede suponer una desgracia si estas sustancias prenden fuego», señala el presidente.

Otro de los problemas a los que se enfrentan es el elevado precio que les cobran las empresas encargadas de recoger los desperdicios, 10 pesetas por litro de aceite y 250 pesetas por un neumático de turismo. Los empresarios aseguran que para afrontar estos altos costes sin subvenciones deberán incrementar los precios a los particulares, «del mismo modo que cada ciudadano debe abonar un plus por el reciclaje de la basura que genera», comparó Chalanset.