El Ayuntamiento de Eivissa tiene previsto llevar a cabo una reorganización del tráfico de la ciudad para mejorar las actuales condiciones y dar solución a los principales problemas con los que se encuentran los conductores.

Según ha confirmado el primer teniente de alcalde del Consistorio ibicenco y responsable de Gobernación y Policía Local, Pedro Campillo, el objetivo es que los cambios se implanten antes de que llegue la temporada turística, con el suficiente tiempo como para que puedan ir introduciendo elementos correctores si fuera necesario. «Nuestra intención es tenerlo solucionado antes de que empiece la temporada, para que en esas fechas esté prácticamente solucionado el problema y se puedan ir corrigiendo los fallos que aparezcan».

El principal problema detectado por el equipo municipal sigue siendo el de los aparcamientos. De hecho, Campillo reconoce que no se puede «hinchar a la gente a multas sin darle alternativas ni posibilidades». Por ello, el Ayuntamiento continúa trabajando intensamente en el tema de los aparcamientos disuasorios, que se situarán preferiblemente en las afueras de la ciudad para intentar descongestionar el centro, que es la zona en la que se concentran todos los problemas.

Campillo explicó que para decidir la ubicación definitiva de estos aparcamientos se pedirán informes a las empresas «que más saben sobre este tipo de cuestiones», algunas de las cuales han trabajado en la ciudad de Barcelona sobre estos mismos problemas. El objetivo principal es dar mayor «fluidez» y «agilidad» al tránsito.

La posibilidad de realizar párkings subterráneos
Una de las posibilidades que baraja el Consistorio es construir un aparcamiento subterráneo en algún punto clave de la ciudad. Sin embargo, decidir la ubicación no es algo sencillo, tal y como explica Pedro Campillo:«Los técnicos nos han hecho ver que si hacemos este aparcamiento en un lugar en el que hay muchos problemas de tráfico éstos pueden multiplicarse, porque la gente acudirá aún más a esa zona si sabe que hay un párking». Por este motivo, el Consistorio tiene pensado encargar estudios sobre los «puntos calientes» de la ciudad y sus posibles arreglos.