Pocos centros educativos pueden hacer gala de obtener un 100% de aprobados en sus exámenes o presumir de una atención personalizada para cada alumno, y todo ello, en apenas cinco años de existencia. El Instituto Superior de Ciencias Religiosas a distancia «San Agustín» nació en 1995, en una iniciativa similar al de otras doce áreas españolas, y acaba de dar salida a la primera promoción de diplomados (nueve en total) mientras están a punto de conseguir la licenciatura de otros cuatro más. Un título avalado por la Universidad Pontifica de Comillas y reconocido oficialmente por el Ministerio de Educación a partir de la resolución de un examen de reválida que se realiza en Madrid. Se trata de un centro académico en el que pueden formarse todos aquellos que cumplan requisitos idénticos a los de cualquier institución que ofrezca estudios de nivel superior (es decir, COU o similar) y que estén interesados en el ámbito de las Ciencias Eclesiásticas. Las ventajas las comenta el secretario, Bonaventura Pol: «Puedes confeccionar tú mismo el programa de estudios, sin necesidad de matricularse de los cursos completos y con un ritmo individualizado», mientras que entre los inconvenientes, destaca la precariedad de los medios tecnológicos de los que se disponen, que apenas pasan de la línea telefónica. La iniciativa está dirigida, tanto a las personas que deseen dar clases en colegios e institutos, como a aquellos que buscan ampliar sus conocimientos. En la actualidad existen 15 matriculados que asisten a las tutorías presenciales, a los que hay que añadir otros estudiantes de puntos como Valencia o Mallorca. Las clases, que tienen lugar los jueves en la sede de la entidad, en el mismo edificio que el Obispado, las imparten una decena de profesores voluntarios, abogados, psicólogos o sacerdotes, cada uno especialista en la materia que se les asigna, que realizan esta labor de forma desinteresada y sin otra gratificación que el esfuerzo de los que les escuchan.