Los estudiantes del colegio Can Coix fueron ayer los primeros en inaugurar esta muestra, organizada en el nuevo espacio cultural de es Molí de sa Punta.

La única manera de preservar la riqueza de los fondos marinos es dando a conocer los peligros que les acechan. Por este motivo, la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) ha traído al espacio cultural de es Molí de sa Punta, en Sant Antoni, la exposición «Las especies marinas, biodiversidad sumergida», elaborada por los especialistas del Institut d'Ecologia Litoral, de Valencia, con motivo de la Exposición Internacional de Lisboa de 1998. Esta muestra se enmarca dentro de las actividades paralelas a la «Setmana del mar» y cuenta con el respaldo del Ayuntamiento de Sant Antoni, Consell y Club Nàutic Sant Antoni.

La exposición está dirigida principalmente a los escolares, aunque los organizadores invitan a toda la población a visitarla. De momento, el Consistorio de la localidad ha organizado visitas para los alumnos de la mayoría de centros de las Pitiüses, como explica Miquel Costa, concejal de Cultura del Consistorio.

Ninguno de los chavales que visite «Las especies submarinas» tendrá un segundo para aburrirse, como explica Ana Codina, especialista del Institut d'Ecologia Litoral: «Los alumnos participan en juego de preguntas que deben resolver consultando los paneles, algo muy parecido a una partida de Trivial Pursuit. Además, están conectados vía Internet con los biólogos del Institut, para que les pregunten todas las cosas que quieran».

Para ganar esta especie de concurso, los alumnos que participan deberán aprender, entre otras cuestiones, en qué consisten las artes ilegales de pesca, el valor ecológico de la posidonia o las costumbres de los cetáceos.

La mayoría de los paneles que componen la muestra están dotados de monitores en los que se proyectan vídeos sobre los fondos marinos. Además, la sala de es Molí de sa Punta guarda otras sorpresas para los estudiantes, como unas gigantescas vértebras de ballena, algunas muestras de caracoles que están en riesgo de extinción o una gran pecera repleta de algas. A pesar de todo, la mayor curiosidad de los chavales la despierta el gran ordenador que preside la sala y con el que se conectan con el Institut d'Ecologia Litoral.