La situación que viven los juzgados de Eivissa se recoge en la memora judicial de Balears a través de un informe elaborado por el juez titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de la isla.

J.F. MESTRE/ M. MARÍ La memoria del pasado año, que refleja la actividad de los juzgados de Baleares, destaca el colapso que existe en estos momentos en los juzgados de lo Social y las carencias de espacio y material del edificio de los juzgados de Eivissa. La memoria ha sido redactada por el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Balears, Angel Reigosa, que considera que la situación judicial en las Islas no ha empeorado con respecto al año anterior.

El documento anual presentado por Reigosa incluye un informe elaborado por el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Eivissa, Andrés Carrillo de las Heras, donde se expone la situación actual de los juzgados ibicencos. El informe destaca la escasez de salas de vistas en el edificio que, actualmente acoge nueve Juzgados y una serie de servicios comunes, un archivo general, el registro Civil y la Clínica Forense. En este sentido, el informe destaca que los juzgados deben turnarse para poder realizar los juicios civiles que en su mayoría deben celebrarse en la sección civil del juzgado, donde las dimensiones reducidas de los despachos hacen que las vistas se desarrollen en condiciones de «absoluta incomodidad».

El informe elaborado por el titular del Juzgado número 4 destaca que la falta de espacio en el edificio afecta sobretodo a la realización de juicios de familia o en aquellos que requieren una especial intimidad hacia las personas. En estos casos, según señala el documento, la falta de espacio físico se hace «mucho más evidente». El titular del Juzgado número 4 destaca además que, durante el pasado año, el funcionamiento del juzgado se avió dificultado por motivos materiales. En este sentido, la falta de espacio afecta también a lo relativo a los archivos de los procedimientos judiciales que se tratan en dicho juzgado. En muchos casos, los procedimientos deben archivarse en lugares donde «hay un hueco», en lugar del espacio adecuado para ello.