Los visitantes que se acerquen al Museu d'Art Contemporani d'Eivissa (MAC) para contemplar la exposición «Vina a veure» encontrarán una muestra velada en su inicio. Una cortina de plástico obliga a los espectadores a cruzar una simbólica puerta que propone, desde un inicio, que los interesados desvelen el contenido de la exposición que conmemora los diez años transcurridos desde su reapertura. Sesenta y dos piezas de cincuenta y un artistas componen una exposición que se ha dividido en tres apartados que ocupan la sala superior y las inferiores.

En una primera impresión, la muestra tiene un importante carácter pedagógico (entre las actividades a celebrar durante la misma se encuentra la visita de diversos centros escolares). En la sala superior se encuentra «Poètica de la matèria» que se centra en la contemplación de los objetos desde «la perspectiva de su propia materia», como señala Elena Ruiz, directora del MAC. El modo en que afrontan los distintos materiales cada uno de los artistas y como solucionan sus piezas puede verse claramente en esta sección. «Contemplacions» aborda la llamada 'pintura-pintura' y se encuentra en la primera sala inferior. Ruiz explica que los cuadros exigen «poner algo de parte del espectador, un recogimiento al contemplarlos y esta es la sala que más se adecua a esta intención». Finalmente, «Contrastos» presenta fotografía y obra gráfica. Una sección perfecta para ver las posibilidades de estas técnicas, «que han evolucionado a partir de los modernos sistemas de impresión industrial y otras modalidades de grabado», apunta la directora. Pero «Vina a veure» no finaliza en la mera contemplación de las obras expuestas. «Dibuixa, escriu, inventa, expressat...» es un apartado situado en la sala superior en el que se puede dibujar en una gran pizarra de papel, expresando de este modo las impresiones recibidas en esta exposición que recorre la historia más reciente del MAC. Desde los más pequeños hasta los adolescentes, pasando por más de un adulto, la pizarra ha ido cambiando paulatinamente quedando plasmadas en su superficie peces, hombrecitos e incluso es Vedrà, en una viñeta rotundamente enmarcada en negro. De este modo, el MAC pretende involucrar al público, no sólo en la mera contemplación del arte, sino, más allá, en la propia creación a partir de la referencia visual vivida.