Tres son las aulas en las que imaginación, talento y estudio se reparten a partes iguales. Foto: GERMÁN G. LAMA.

El próximo 9 de junio serán el punto de mira de todo el país pero, por ahora, para ellos la asignatura de moda forma parte de un expediente académico. Son cuarenta alumnos para los que la nota supone un requisito indispensable con el que alcanzar uno de sus sueños: convertirse en creadores reconocidos a nivel mundial. La pasarela Adlib será una prueba de fuego ya que, tal y como apunta María Ferrer Ramon, profesora del centro: «intentaremos conjugar diseños antiguos, que podríamos definir como emblemáticos, con trajes acordes a la ocasión y el estilo defendido». Sobre la cantidad, aún no están ultimados los detalles: «Ignoramos el número concreto de vestidos que desfilarán pero como tenemos una hora y cuarto podrían ser unos 80 aproximadamente», confirma.

Toda la entidad se volcará en este acontecimiento ya que el resto de los estudiantes participará con la confección de paneles o decorados.
La Escuela de Diseño de Eivissa, englobada en Artes y Oficios, se creó en los años 20. La guerra motivó el retraso de la inauguración de la antigua sede de la Avenida de España -prevista en principio en 1935- hasta 1940. En la actualidad, el módulo de Moda constituye uno de los dos grados superiores que se imparten en la institución educativa con un baremo de asignaturas que oscila entre las ocho y las diez para cada curso (dos en total). Historia del traje, tecnología textil o medios audiovisuales son algunas de las materias que cualquiera que aspire a ser modisto necesita. Pese a que la mayoría de los matriculados son mujeres, los docentes coinciden en señalar que «sí hay hombres, destacan».