«La enfermedad se lleva de distinta manera si se está en casa o en el hospital». La reflexión de Belén González no es gratuita, sino que viene avalada por su experiencia como médico de familia y como oncóloga. La doctora prepara en el hospital Can Misses la puesta en marcha de la Unidad de Hospitalización a Domicilio (UHD), una alternativa a la hospitalización convencional, que supone trasladar el tratamiento hospitalario a los domicilios de los pacientes. Aquí se incluirían personas afectadas por enfermedades crónicas con frecuentes reagudizaciones que precisarían de ingresos frecuentes y estancias hospitalarias prolongadas. De este modo, un paciente aquejado de una neumonía pueda seguir el tratamiento con antibióticos desde su casa.

El proyecto dependiente del hospital Can Misses estará coordinado por la oncóloga Belén González, que contará con un equipo formado por un médico de familia y dos enfermeras.Una vez formado el grupo y tomando como modelo la UHD del hospital Xàtiva, que varios miembros de su equipo ofrecieron unas charlas en Can Misses a finales de 1998, se trasladarán al hospital valenciano «para aprender de su experiencia, recabar información práctica y su funcionamiento». De regreso a Can Misses, el grupo sentará las bases de esta unidad y con las condiciones particulares de la isla se hará un proyecto práctico para comenzar a trabajar a principios de agosto.

Hay dos requisitos para incluir a pacientes en este servicio: las familias de los pacientes han de estar de acuerdo y dispuestas a colaborar «porque es el punto fundamental en la hospitalización a domicilio», apunta la doctora González y, además, que sea una patología diagnosticada y estabilizada en el hospital, que permita que los cuidados que se hacen el hospital se trasladen al domicilio. «No se va a trasladar a su casa a un paciente que se encuentre en una situación crítica. De entrada, es algo que se rechaza», advierte la especialista.

El servicio comenzará atendiendo a enfermos de cáncer, ya que dentro de la UHD incluye a pacientes de cuidados paliativos (en fase terminal). Si cumplen los requisitos entrarían en este programa trasladándose a su casa. «Se tratarán como en el hospital con visitas a diario a su casa, bien por parte del médico, enfermera o de ambos, una vez resuelto el problema que conlleva el ingreso se daría el alta», explica. La doctora advierte, además, que se mantendrá un número máximo de pacientes, aproximadamente 10, para que estos puedan recibir la asistencia que requieran. «No serviría meter a un montón de pacientes si no les puedes atender cada mañana», opina.