Las bicicletas cedidas por Mister Bike lograron que ninguno de los participantes se quedara sin vehículo. FOTO: Germán G. Lama.

Un concurso de dibujo y un circuito fueron las dos propuestas planteadas ayer en Santa Eulària para los jóvenes que se aventuraron a participar en la I Jornada de Educación Viaria. Se trataba de una iniciativa pionera en la ciudad e integrada en el programa de fiestas del Primer Domingo de mayo. Para la prueba de dibujo se establecieron tres categorías en función de la edad, de seis a ocho años, de nueve a diez y de diez a once.

Las obras únicamente deberían cumplir un requisito: estar relacionadas con el tema de la circulación. Y bajo esta premisa, se aventuraron a retratar carreteras, paisajes urbanos e incluso alguno que otro optó por un retrato de sí mismo como conductor. Al mediodía se habían congregado en torno a la Plaza del Ayuntamiento cerca de veinte niños que demostraron, además de su arte, sus aptitudes como pilotos.

Dos monitores especializados se encargaban de velar porque todo transcurriera con normalidad y de que los más pequeños aprendieran la importancia de los que se les estaba explicando. En ese sentido, José López apuntaba la razón de esta peculiar clase en fin de semana: «A partir de los ocho años reciben nuestras enseñanzas en los colegios por lo que son los más pequeños los únicos a los que no llegamos». El próximo día 2 de junio el colegio de Santa Gertrudis recibirá una experiencia similar destinada a los alumnos de primero y segundo de ESO.