La Fiscalía de Balears, que ahora ya investiga de oficio los accidentes laborales mortales que se producen en las Islas, investigará también los siniestros muy graves por si existieran responsabilidades penales. Así lo explicó ayer el conseller de Treball, Eberhard Grosske, quien hizo balance provisional del plan de choque contra la siniestralidad laboral, presentó los datos de accidentes referidos al periodo enero-agosto de 2000 y dió a conocer nuevas iniciativas para combatir esta «lacra social».

Entre estas iniciativa destaca el acuerdo «informal» alcanzado para que también los accidentes laborales muy graves pasen a la Fiscalía para su investigación. Además, las negociaciones llevadas a cabo entre la Conselleria de Treball y la Fiscalía de Balears permitirán que cuando se detecte una situación de riesgo grave para el trabajador, aunque no haya habido ningún accidente, además de ordenar el cese de la actividad se remitirá el caso a la Fiscalía para que lo estudie y determine posibles responsabilidades penales si las hubiera.

Grosske también anunció un importante aumento del presupuesto de la Direcció General de Salut Laboral que pasará de los 98 millones de este año a los 482 millones en 2001. Otra de las medidas encaminadas a combatir los accidentes laborales es la creación de una línea de financiación dirigida a potenciar la formación y coordinación de los delegados sindicales de prevención de riesgos.

El número de accidentes laborales en Balears sigue aumentado pero como señaló Grosske lo hace en menor medida que años anteriores. En el periodo enero-agosto se han registrado 19.962 accidentes (graves, muy graves, mortales y leves) frente a los 18.000 del mismo periodo del año anterior. Un aumento inferior al que se produjo entre los años 1998 y 1999. Lo mismo ocurre con la tasa de siniestralidad, que relaciona el número de accidentes con el número de personas ocupadas. La tasa de siniestralidad por cada mil trabajadores es de 69'421 frente a 67'990 accidentes por cada mil trabajadores de 1999.