La morosidad era el principal problema al que se enfrentaban las comunidades de propietarios. Hasta el pasado año, la deuda acumulada por los vecinos morosos en Balears ascendía a unos 800 millones de pesetas. Una cantidad que, según cálculos del presidente del Colegio de Administradores de Fincas de las Islas, Jaime Morey, podrá recuperarse en un 70 por ciento en el plazo de tres años.

Por el momento, y tras 18 meses de aplicación de la nueva normativa, las comunidades de propietarios han cobrado unos 200 millones adeudados por vecinos morosos, lo que supone entre un 20 y un 30 por ciento de la cantidad global.

«La nueva ley ha influido de forma notable en la recuperación de las facturas no abonadas por los vecinos. De hecho, el elemento coercitivo más relevante que recoge la ley es la posibilidad del embargo de la vivienda, y ése es un elemento clave porque nadie desea quedarse sin su piso», dijo Morey.

El Colegio de Administradores de Fincas de Balears agrupa a unos 350 colegiados que representan a una media de cien comunidades de vecinos cada uno. «Pagar la comunidad ocupaba el último peldaño en la escala de obligaciones de un vecino, pero la situación es totalmente distinta desde que entró en vigor la nueva ley», dijo Morey.