Excavadoras y camiones empezaron a rellenar el lugar por el que transcurrirá el acceso al espigón. Foto: M. FERRER.

Después de una década marcada por la polémica, los informes y los intentos de consenso, las primeras obras relacionadas con el dique de Botafoc comenzaron ayer con el replanteo del vial que conectará Marina Botafoch con el faro.

Varios camiones y una pala excavadora de la unión temporal de empresas (conformada por Dragados y Construcciones, Aglomsa y Drace) que se encargara de materializar el proyecto comenzaron ayer a las 15'15 horas de la tarde los trabajos de relleno donde se asentará el vial de acceso, una conexión terrestre con el dique separada de la costa y que tendrá las características de un paseo marítimo. El vial, con una longitud de 1.200 metros, discurrirá desde la orilla de s'Illa Plana hasta el dique.

Estas operaciones terrestres, que durarán tres meses aproximadamente, consisten en la protección del espigón exterior del vial mediante la creación de una base compuesta por un material denominado «TodoUno» compuesto por gravilla, escollera gruesa y menuda. Las operaciones de dragado la zona donde se asentará la estructura del dique comenzarán con toda probabilidad a finales de este mes.

La Autoritat Portuària confirmó ayer que el dique tendrá una longitud de 516 metros tomando como referencia al isla de Botafoc. La estructura será vertical «ya que ocasiona un menor impacto ambiental», aseguró puertos. El dique tendrá un muelle adosado con un calado de 16 metros que permitirá el amarre de buques petroleros en unas instalaciones situadas en su extremo. En este tramo se dispondrá de la terminal de carga y descarga de los distintos tipos de combustibles y gases naturales «imprescindible para el abastecimiento de la ciudad». Estos carburantes llegarán a Eivissa mediante un sistema de entubado. El propósito de esta medida es evitar que el tránsito de camiones desde el dique hasta Eivissa provoque molestias al ciudadano y al tránsito rodado.