La comunidad balear fue la región española en la que más subió el precio de la vivienda usada en el último año, en concreto en el período septiembre 1999-septiembre 2000, con un aumento del 24 por ciento, mientras que en el caso de las nuevas viviendas el incremento se cifró en el nueve por ciento, según el último informe de la sociedad de tasación Tasaciones Inmobiliarias (Tinsa) que fue dado a conocer ayer por su director gerente, Germán Pérez Barrio.

En el capítulo de vivienda usada, el aumento del precio de la vivienda en Palma fue de un 20 por ciento (141.700 pesetas por metro cuadrado construido), mientras que en el resto de enclaves urbanos (principalmente en suelo rústico) el alza fue de un 26 por ciento, situándose el precio medio por metro cuadrado en torno a las 153.100 pesetas. El precio medio total a nivel nacional de la vivienda usada fue de un 13 por ciento, de un 15 por ciento en las capitales y de un 11 por ciento en el resto.

Pérez Barrio explicó que esta desaceleración a nivel nacional en el ritmo de crecimiento de los precios se debe a la subida de los tipos de interés y del IPC, y al encarecimiento de la vivienda, aspectos que han aumentado el esfuerzo de compra y han reducido la demanda. No obstante, según Pérez Barrio, «el precio del dinero es todavía muy razonable y se mantienen las condiciones favorables para la compra de viviendas».

El precio de la vivienda nueva aumentó en este acumulado anual un 14 por ciento en la media global del país, mientras que en Balears lo hizo un 9 por ciento a nivel general, un 12% en las capitales (178.100 pesetas por metro cuadrado) y un 7 por ciento en el resto de enclaves urbanos de las Islas (190.800 pesetas por metro cuadrado).