J. M. R. Los vecinos de Can Bonet salieron ayer de la casa consistorial con una promesa del alcalde de Sant Antoni bajo el brazo: la construcción de un polideportivo en el barrio, instalación en la que podrán disponer de una oficina. Eso sí, Antoni Marí Tur advirtió al presidente de la Asociación de Vecinos de Can Bonet, Joan Costa, que eso sólo será posible si en diciembre se aprueban los presupuestos del municipio tal y como el PP los ha confeccionado, algo que será difícil porque el equipo de Gobierno no cuenta con mayoría y necesitará el respaldo de Democràcia Pitiusa. El proyecto del polideportivo ya está redactado y costará alrededor de 90 millones de pesetas, un gasto que podría obligar a construirlo en varias fases.

Respecto al resto de problemas que expusieron los vecinos de Can Bonet, el alcalde insistió en que el equipo de Gobierno los conoce desde hace tiempo, pero que ése no es el único barrio del municipio y que el presupuesto del Ayuntamiento no da para satisfacer a todos.

Antoni Marí Tur explicó que los baches producidos en la primera fase del alumbrado de ses Païsses serán arreglados antes de Navidad, tal como le ha asegurado la empresa constructora, y que, dentro de lo posible, se solucionarán otros asuntos, como la instalación de un semáforo o de un paso de cebra en una zona transitada de la ronda que atraviesa ese barrio.