El mes de diciembre se inicia mañana y con él los nervios por adquirir cuanto antes los productos propios de la Navidad. Tradicionalmente los precios de la cesta de la compra aumentan por esta época y con ellos el IPC o inflación. Antes de que se produzca una subida anunciada de antemano, muchos consumidores comienzan ya a hacer provisión de fondos. Prefieren comenzar a llenar la despensa ahora que desembolsar cantidades desorbitadas por esperar al último momento. Ultima Hora Ibiza y Formentera tuvo ayer una primera toma de contacto con los clientes y tenderos del Mercat Nou.

Los precios por el momento permanecen estables, aunque los propietarios de los puestos y los consumidores vaticinan que no tardarán en subir. Especialmente el de los 'productos estrella' para estas fechas, como los pescados que se hacen al horno -besugo, rape, merluza o dorada-, los mariscos o la carne -solomillos y cabrito-. Esta campaña, sin embargo, estará marcada sobremanera por dos cuestiones polémicas de actualidad: el rumor de la extensión del mal de las vacas locas a España y la huelga anunciada esta semana por los granjeros avícolas.

Como apuntan en uno de los puestos del mercado, ya se nota el descenso en las ventas de ternera, que a las doce del mediodía de ayer era casi nula. En lo que se refiere a los pollos, la gente está haciendo acopio de estas aves, conocedora de que para las fechas navideñas pueden existir restricciones o, si no, aumentos de precios espectaculares ante la huelga de granjeros, que solicitan una mejora en las condiciones que soportan, congeladas desde 1986.

Muchas de las personas que transitaban ayer por el recinto, aseguraban que ya habían adquirido las gambas y los langostinos porque, como apuntaba Pilar, un ama de casa, «no se nota casi la diferencia respecto a las frescas y el precio es asequible». No obstante, otros afirmaban que tampoco se aprecian tanto las diferencias entre el mes de diciembre y otras épocas del año debido a que en Eivissa los precios siempre están altos por ser una zona eminentemente turística. Ramón, casado y sin hijos, comentaba que las compras de Navidad eran como las de otra fecha cualquiera y que se obliga a comprar a un precio exagerado pese a no sentirse identificado con esos días del calendario.