Setecientas personas abarrotaron la carpa del circo, situado frente a la central de GESA. Foto: K.T.

La tarde de ayer representó para muchos de los adultos un regreso a la infancia y para todos los niños el inicio de las deseadas y familiares vacaciones navideñas de una forma original y muy divertida, gracias a la función gratuita que ayer Ultima Hora Ibiza y Formentera ofreció a setecientos lectores y suscriptores que acudieron puntuales al espectáculo de las 19'30 horas.

Además de la invitación, nuestros lectores se encontraron con agradables sorpresas en el momento de entrar en el circo, ya que además de regalarles números para el sorteo de varios regalos, recibieron de forma totalmente gratuita un refresco por gentileza de Coca-cola, firma que colaboró en esta fiesta organizada por el Club del Suscriptor Última Hora.

El Circo Williams ofreció a lo largo de dos horas un total de diez números diferentes por los que circularon todos los integrantes de su caravana: desde el payaso Babá a la trapecista Ana, pasando por el domador de fieras Karl, quien inició la función con un espectacular número en el que leones, tigres, leopardos y un puma realizaron varias acrobacias con una gran soltura. Entre actuación y actuación el director del circo, el señor Eduardo Raluy, presentó a todos los artistas, mientras un rápido y coordinado equipo de montadores instalaba los distintos artilugios y accesorios de cada número.

La pareja de arlequines saltarines fue una de las que más simpatía causó entre el público. Saltos, acrobacias, muecas y piruetas al ritmo de la música y teniendo una gran cama elástica como base de operaciones dejaron anonadados a muchos de los niños y niñas que acudieron a esta función.

El público reconoció con aplausos el espectáculo al que asistieron. Y es que la noche en Eivissa tuvo ayer a un protagonista diferente al que ofrecen estos días las luces y demás motivos navideños que decoran sus calles. El circo despertó las sonrisas de los suscriptores y lectores de Ultima Hora Ibiza y Formentera. Aunque los que más disfrutaron fueron los más pequeños, que se quedaron con la boca abierta.