Ernesto Ramón Fajarnés expuso la evolución, situación actual y futuro del sector turístico en la isla. Foto: V.F.

La cuarta conferencia del ciclo de ocho que la Asociación de Vecinos y Comerciantes del puerto de Eivissa celebra cada sábado en el Casino del Moll Vell la impartió ayer Ernesto Ramón Fajarnés, uno de los fundadores y profesor hasta 1999 de la Escuela de Turismo e impulsor de la industria turística de las Pitiüses. Bajo el título «Pasado, presente y futuro del turismo en Eivissa», el experto repasó la evolución que ha sufrido la afluencia de visitantes a las Islas y vaticinó un futuro pesimista si la administración y los empresarios implicados no cambian el rumbo por captar a un tipo de turismo diferente al joven que procede de Gran Bretaña.

Las líneas generales de la conferencia se correspondieron con el libro que Ernesto Ramón ha publicado al respecto -«Historia del turisme a Eivissa i Formentera»-. Por espacio de tres cuartos de hora expuso al auditorio las claves de la situación actual. «Existe un problema que no es fácil de resolver. Con el empeño de todos se podrá detener la proliferación del turismo joven procedente de Inglaterra, a los que se denomina vulgarmente hooligans. Es un turismo excluyente, donde van ellos no va el resto y en los últimos tres o cuatro años se está extendiendo. Antes tenían su coto en Sant Antoni y ahora llegan a la playa d'en Bossa, es Canar y Santa Eulària», señaló Ernesto Ramón.

Para el ponente, defensor de un turismo de mayor capacidad económica, una de las soluciones pasaría por hacer una campaña duradera en aquel país que desmitificara el concepto actual que tienen de los que es Eivissa. «Así el turismo adulto comprobaría que en Eivissa hay un lugar para ellos, más allá de la imagen que tienen de la isla, basada en el alcohol, el sexo y la droga», matizó el conferenciante. Y es que para Ernesto Ramón, el mayor obstáculo para salvar la situación es que el turismo actual deja más dinero que el otro, ya que se acomoda a cualquier tipo de hotel, a pesar de que estén obsoletos.

Al finalizar su exposición, el público asistente intercambió impresiones con el conferenciante, sin duda una de las personas que más y mejor ha vivido la evolución del sistema turístico pitiuso desde su boom en los años sesenta hasta la actualidad.