EVA ESTÉVEZ Las salidas al campo serán a partir de ahora mucho más enriquecedoras para la decena de alumnos del curso de plantas medicinales impartido por Joan Bosque. Si para los no iniciados un paseo por el campo suele ser una experiencia relajante y muy saludable en la que se respira aire puro y se perciben aromas frescos y sugerentes, para los iniciados en el mundo de las plantas medicinales resulta mucho más enriquecedor. «Gracias a esta actividad práctica te das cuenta de que estás rodeado de un montón de plantas, árboles y arbustos con olores y características diferentes que tienen una serie de utilidades que antes no conocía», comentó una de las alumnas que participa en esta curso que se imparte desde principios de febrero con clases teóricas todos los martes.

Joan Bosque, especialista en farmacopea autóctona, fue el que dirigió ayer la primera salida del grupo al campo y bosque de Santa Agnès de Corona para «dar a conocer las plantas de aquí y expandir mis conocimientos». Bosque mostró a lo largo de un recorrido que discurrió por diversos parajes de campo y bosque típicamente mediterráneos las características y cualidades de algunas de las plantas autóctonas como el tomillo, la frígola, la lavanda, el romero y el hinojo. Los bordes del camino fueron suficientes para mostrar en vivo a la decena de alumnos más de una veintena de especies medicinales de gran utilidad cosmética y terapéutica.

Joan Bosque explicó las propiedades, características físicas, colores, momento de floración y recolecta, así como las utilidades y procedimientos a seguir para sacar el mayor partido a cada planta. Explicó que las infusiones y baños de lavanda son buenas para combatir los nervios y el stress. Otra de las recetas desveladas por este especialista en plantas medicinales fue la infusión suave de hojas de olivo para bajar la tensión, o la ruda"conocida por su fuerte y mal olor" con grandes propiedades para los problemas en las articulaciones.