Umafisa-Trasmapi y Baleària, las empresas de transporte marítimo que se unieron con la denominación de «Gestión Naviera» para operar con Formentera desde el 1 de mayo de 2000 han remitido un comunicado en el que rechazan de plano las acusaciones de monopolio que han recibido desde varios sectores de manera directa o mediante insinuaciones.

Las navieras consideran que «la actitud discriminatoria e inquisidora hacia las empresas que sostienen el transporte marítimo entre las Pitiüses, con nula disposición al diálogo y al entendimiento, en nada contribuye al desarrollo sostenible deseable para la comunidad, ofreciendo la Administración una imagen de intransigencia que nada dice a su favor».

Las empresas recalcan que sufren «acusaciones poco rigurosas de monopolio» que «denotan una preocupante falta de talante dialogante y entendimiento de una parte». La actitud de los sectores que los critican «ofrecen la impresión -dicen- de que están alimentando este conflicto de intereses y despreciando al sector naviero, cuyos intereses son tan legítimos como los de cualquier otro».

Los portavoces de las navieras son especialmente duros con el desprecio institucional mostrado hacia las empresas navieras. Esta acusación se fundamenta en las «apariciones constantes de cargos institucionales vertiendo acusaciones y encargando supuestos estudios jurídicos». En este sentido destacan que el «supuesto» gabinete jurídico que está elaborando el informe sobre su actividad «aun no se ha puesto en contacto con las empresas para recabar información».

La indignación se ve reforzada, aseguran, porque «en ningún momento se haya mostrado interés por la situación del sector, por la mejora de los servicios y su optimización sino que la única iniciativa mostrada por la administración ha sido tratar a las navieras como presuntas infractoras a las que sancionar».