El Via Crucis viviente de Santa Eulària es uno de los actos más llamativos que se realizan en la Semana Santa pitiusa. Foto: K.T.

La procesión del Viernes Santo volvió a congregar a numerosos fieles y curiosos a lo largo de todo el recorrido por el centro de Eivissa. Puntual a su cita, la larga marcha procesional comenzó pasadas las 21'00 horas en la catedral, lugar al que se acercaron cientos de personas desde al menos una hora antes para participar y ver los últimos retoques de los preparativos de las cuatro cofradías que partían de la catedral. Se trataba de las agrupaciones del Cristo Yacente y la Dolorosa, ambas del templo mayor; la de la Piedad, de la Parroquia San Salvador, y la del Cristo de la Agonía, de la Parroquia de Santa Cruz. La cofradía del Cristo del Cementerio, fiel a la tradición, volvió a partir desde su sede en la Parroquia de Santo Domingo, esperando la marcha procesional que partió desde el lugar más alto de Dalt Vila.

En los momentos previos a la formación e inicio de la marcha la plaza de la catedral sus calles de acceso y el interior de la misma fueron testigos de un bullicio en el que los protagonistas fueron los cofrades de cada agrupación. En total las cinco cofradías de Semana Santa ibicencas movilizaron alrededor de un millar de personas entre cofrades e integrantes de las distintas bandas musicales que acompañaron a las distintas imágenes. La puesta de las túnicas, capas y caperuzas o capuchones de los cofrades, la aclaración de los movimientos e itinerarios a seguir, la indicación de las posiciones y contraseñas y los nervios estuvieron presentes en el corazón de cada cofradía.

La marcha procesional siguió un orden episódico. La primera imagen y cofradía en salir al exterior fue la del Cristo de la Agonía. Formada por un centenar de cofrades, estuvo acompañada de la Banda de Tambores y Cornetas de ses Figueretes y por un grupo de siete legionarios, una de las novedades que presentó este año esta agrupación cuyos colores son el blanco de la túnica y el morado de la capa. El segundo paso de Semana Santa en salir a escena fue el de La Piedad, portada a hombros por 16 costaleros vestidos con túnica blanca y capa y capucha rojas, que al encontrarse con el Santo Cristo del Cementerio en la plaza del Ayuntamiento ocuparía la tercera posición. La imagen de la Dolorosa, una de las más admiradas, hizo la salida más espectacular ya que la docena de costaleros que la transportaba saludó al público levantando la imagen con los brazos. Ataviados con la capa azul celeste y túnica blanca, los miembros de esta cofradía estuvieron acompañados por la Banda de la Cruz Roja.

· Eva Estévez.