El conseller d'Agricultura del Consell Insular, Vicent Tur, convocará en los próximos días una reunión para estudiar el problema de las filtraciones de agua salada que sufre la balsa de Santa Eulària y que están impidiendo a los agricultores utilizar estos recursos para regar los campos. Al encuentro estarán invitados miembros del Ayuntamiento, que se ocupa del abastecimiento de la balsa; del Ibasan, responsable de las aguas residuales y de la Conselleria balear, que tiene la titularidad de estas instalaciones.

Según explicó Tur, a lo largo de los últimos meses han aparecido varios focos que provocan el alto nivel de salinidad y le corresponde al Ayuntamiento descubrir en qué punto se filtra el agua salada y solucionar las deficiencias. «No está en nuestras manos solucionarlo, pero nos gustaría que se arreglara para este verano porque, si no, puede provocar problemas a los agricultores», comentó el conseller.

Tur reconoció que, hasta el momento, pese al gran perímetro de regadío existente, el agua depurada no estaba siendo reutilizada tanto como sería deseable y se lamentó de que este problema de las filtraciones haya impedido seguir regando a los pocos agricultores que hasta ahora lo hacían. Sin embargo, el conseller recordó que hay un proyecto importante para ampliar el perímetro de regadío y conseguir que la zona de Sant Llorenç también pueda beneficiarse del agua depurada. Tur explicó que en esta localidad sí hay mucha gente interesada en este sistema de riego y que, por ello, al Consell le gustaría poder ponerlo en marcha con la máxima urgencia posible.

Dicho proyecto será adjudicado y financiado por la Conselleria d'Agricultura del Govern balear. Mientras tanto, la balsa permanece sin agua a la espera de que se solventen las deficiencias detectadas.