La 'Procesión de las Antorchas', denominada así porque antiguamente se desfilaba con ellas, congregó a numeroso público en el centro de Santa Eulària el pasado jueves. El recorrido, que partió de la capilla de Nuestra Señora de Lourdes pasadas las 21'00 horas, discurrió por toda la avenida de Sant Jaume y subió por la calle Sol hasta el Puig de Missa contando con la participación de numerosos capuchinos, entre ellos muchos niños, pertenecientes a las seis cofradías. El grupo de los romanos fue el encargado de abrir la marcha procesional seguido de la Banda de Tambores y Cornetas, situada delante de la imagen del Cristo de la Oración, la única que salió en la marcha procesional del Jueves Santo, y que estuvo flanqueada por los capuchinos de su cofradía, vestidos con túnica negra y capa roja.

La Banda Sinfónica Ciutat d'Eivissa escoltó la imagen y abrió el paso al resto de nazarenos de las cinco cofradías: la de la Dolorosa, la del Cristo Yacente, la del Nazareno, la de Santa Marta y la del Cristo Atado a la Columna. La banda de la Sociedad Artístico-Musical 'El Valle' de Càrcer, Valencia, fue la encargada de cerrar el paso procesional en el que los tambores marcaron el ritmo.

A lo largo de toda la procesión se sucedieron comentarios de todo tipo. Algunas de las personas comparaban el acto de la tarde-noche del Jueves Santo de Santa Eulària con la Semana Santa sevillana comentando que «van demasiado despacio». Un vecino de Eivissa, que nunca había presenciado los pasos en Santa Eulària, admitió que le había gustado y sorprendido gratamente, y un grupo de vecinos de la localidad tiraba por la demografía al comentar que «luego dicen que no hay gente en el pueblo», haciendo una clara alusión a la alta participación vecinal en toda la organización de los actos de estos días. Un nostálgico de mediana edad confesaba que «recuerdo el colorido de la Semana Santa así desde que tenía siete años».

Uno de los momentos más emocionantes del recorrido fue el que protagonizó Juan Díaz, que cantó una saeta muy aplaudida al Cristo de la Oración plantándose ante su imagen. Una de las novedades de la procesión del Jueves Santo y de las celebraciones de la Pasión de este año fue la recuperación de los cirios. Los cofrades de las distintas agrupaciones optaron este año por utilizar las velas de cera en lugar de las eléctricas, que en esta ocasión las utilizaron únicamente los capuchinos más jóvenes por cuestiones de seguridad.

Ayer tarde Santa Eulària volvió a reunir a cientos de personas a lo largo de todo el recorrido de la 'Procesión del Santo Entierro', en el que participaron las imágenes de todas las cofradías que tuvieron como punto de partida y llegada el Puig de Missa y que pasaron por las calles más céntricas de la localidad.