Los concejales del Partido Popular en el Ayuntamiento de Eivissa denunciaron ayer la «doble moral» del Pacte Progressista, al que acusaron de haber enarbolado la bandera de la «transparencia» durante la campaña electoral para, en la práctica, demostrar una actitud totalmente opuesta a ésta.

La portavoz de la oposición municipal, Virtudes Marí, explicó que el Pacte intenta poner obstáculos tanto a la labor del PP como a los propios ciudadanos que se interesan por cuestiones de interés municipal. Según informó, la oposición tiene hasta 25 solicitudes de información sin contestar (algunas con un año de antigüedad) y la obstrucción es especialmente acusada cuando se pide información sobre facturas, infracciones o urbanismo. Marí también se quejó de la actitud del alcalde, Xico Tarrés, que le confirmó personalmente que había ordenado retirar reiteradamente un folleto del PP colocado en el tablón de anuncios porque no quería que éste se politizase. Lo curioso, añadió Marí, es que Els Verds sí pueden anunciar actividades en este mismo tablón de anuncios.

Los ciudadanos tampoco son mejor atendidos por el equipo de gobierno, aseveró la concejala popular Carmen Domínguez. Esta edil criticó el «desprecio» del alcalde de Eivissa hacia el Consejo de participación ciudadana, que preside pero a cuyas reuniones no acude. Domínguez explicó que el equipo de gobierno no tiene ni siquiera constancia de lo que ocurre en este consejo y que, dada su poca utilidad, alguno de sus miembros ha presentado su dimisión tras menos de un año de existencia.

El «desánimo» que según Domínguez sienten sus miembros es similar al de las asociaciones de vecinos con los concejales de barrio. La concejal explicó que ha dos modalidades de concejal de barrio: el que ni siquiera conoce la zona que tiene adjudicada y el que se reúne con los vecinos pero no consigue ninguna mejora. Entre los primeros, el PP clasificó a Lurdes Costa (es Pratet), Sandra Mayans (paseo marítimo) y Santiago Pizarro (ahora Can Escandell, antes Dalt Vila).