Cuando alguien se acerca a un buzón o a la estafeta de Correos para enviar una carta, documento, certificado o paquete se queda en el primer paso de una cadena de actuaciones encaminadas a que lo remitido llegue a su destino. La oficina de Correos en Eivissa cuenta con una plantilla de 66 personas gracias a las cuales los hogares y comercios de las Pitiüses envían y reciben su correspondencia. Ultima Hora Ibiza y Formentera se acercó por un día al interior del lugar por donde pasan todas las cartas de la isla. Allí comprobó el funcionamiento de un servicio público desconocido para muchos. El paso de los años, la inclusión de las nuevas tecnologías y la evolución de los medios de transporte han condicionado la evolución de una de las formas primarias de comunicación.

El trabajo comienza a las 6 de la mañana, hora en la que comienza el primer turno de los que se dedican a las expediciones que reparten el correo por el resto de municipios de las Pitiüses. Una hora después llegan a la estafeta los componentes del servicio de cartería para clasificar las cartas y los paquetes. A las nueve de la mañana todo está listo para que los carteros inicien el reparto. Las oficinas de admisión y de entrega abren sus puertas a las 8 horas, y comienzan a dar servicio al gran público a las 8'30 horas. Se genera así una cadena en la que nada puede fallar y donde es necesaria la sincronización entre las tareas señaladas.

De la oficina de Correos de Eivissa dependen otras siete rurales -Jesús, Santa Gertrudis, Sant Miquel, Sant Joan, Sant Llorenç de Balafia, Sant Rafel y Sant Mateu- en las que trabaja un cartero en cada una, que viajan hasta Eivissa cada día para llevarse la correspondencia de su zona. A parte hay otras cuatro oficinas independientes, que corresponden a los municipios de Sant Antoni, Santa Eulària, Sant Jordi y Sant Josep. Aquí llega el servicio de expediciones cada día, que sale de Eivissa a las 7'15 horas de la mañana. Por su parte, un cartero acude a las 7'30 horas a la Estación Marítima para depositar en la primera barca a Formentera la correspondencia dirigida a la pitiusa menor.

En la temporada turística se refuerza el servicio con un cartero rural más, en Portinatx. «En navidades también se refuerza con un cartero, ya que es una época en la que el volumen de admisiones y entrega aumenta bastante», explica María Ferrer, directora de la oficina en Eivissa. Precisamente en los meses de julio y agosto, el volumen de salidas incrementa en detrimento del de admisiones. «Llegan a recogerse hasta 20.000 postales diarias», matiza María Ferrer. Las nuevas tecnologías, como la telefonía móvil digital o el correo electrónico, sin embargo, no han significado una reducción del número de envíos, sino un cambio en el modelo de la correspondencia. «Se ha cambiado el modelo de carta personal o familiar por el comercial o de publicidad y venta por correo. Se nota desde la implantación generalizada del teléfono y el posterior uso de la red. Eso sí, las nuevas tecnología han beneficiado al personal, que trabajo informatizado y le permite obtener mayor celeridad de respuesta, incluso en las reclamaciones y en las quejas», explica la directora.