Cuadrar el convenio ha costado meses de negociaciones entre los concejales y la Conselleria d'Educació. Foto: J.M. R.

El pleno del Ayuntamiento de Sant Joan aprobó ayer por unanimidad aceptar el convenio ofrecido por el Govern balear para la construcción del instituto de Sant Llorenç, cuyas obras costarán 853 millones de pesetas. La propuesta partió de una moción conjunta presentada por los cuatro grupos municipales (mixto, independientes, progresistas y populares).

Se trata de la primera vez que unos concejales del Partido Popular respaldan en las Pitiüses el convenio ofrecido por la Conselleria balear d'Educació para la construcción de centros escolares. El pasado 2 de diciembre, el pleno de Santa Eulària rechazó la propuesta para crear un colegio en s'Olivera porque los concejales del PP, partido que posee la mayoría absoluta, consideraron que aceptarlo «sería gravoso para las arcas municipales». De igual modo actuaron días antes, el 27 de noviembre, los concejales populares de Sant Josep, que basándose en un estudio jurídico descartaron firmar el convenio para evitar que el Consistorio se «endeudara» con la construcción del instituto de Sant Agustí.

Paradójicamente, si los concejales de Sant Joan dieron ayer su visto bueno fue porque dos informes jurídicos encargados por el Consistorio (uno elaborado por Jordi Parpal, asesor del área metropolitana de Barcelona, y el otro por el secretario de la Corporación) avalan que la firma del convenio no implica merma alguna para las arcas municipales.

El convenio es ligeramente distinto del que Educació ofreció a los ayuntamientos de Sant Josep y Santa Eulària. El asesor Jordi Pardal aconsejó que se negociara parte del articulado, de manera que se eliminaran todas las opciones por las que el Consistorio podría endeudarse por esta operación: «Con los cambios -explica el alcalde, Antoni Marí Marí, Carraca- quedan claras cuáles son las responsabilidades de unos y de otros». Por ejemplo, el Ayuntamiento no asumirá incrementos del presupuesto en caso de que la obra se modifique o quede desierta: «Así, la Corporación ha quedado liberada de cualquier tipo de carga», indicó Marí.

Además, se han añadido unas «matizaciones» respecto al seguimiento de la obra y al nombramiento de su director. Todos estos cambios cuentan con el visto bueno de la Conselleria balear d'Educació. Precisamente, uno de los concejales que ayer votaron a favor fue el progresista Antoni Marí Marí, Rota, a la sazón delegado d'Educació en las Pitiüses.

El alcalde también ha conseguido que el Consell «ayude» económicamente en la construcción de las infraestructuras del instituto, que suponían «una carga excesiva» para el Ayuntamiento.